19 de noviembre de 2024 – Tapachula (México) – EFE.
Cientos de migrantes varados en la frontera sur de México pidieron este martes al Gobierno de Claudia Sheinbaum que dialogue con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para que les permita ingresar al país. Gabriel Arroyo Aponte, un migrante colombiano, explicó que su solicitud es que el gobierno mexicano interceda para que Trump acepte a los migrantes, a pesar de las críticas del presidente electo hacia ellos.
Aponte destacó que, aunque Trump considera a los migrantes como delincuentes, la mayoría de ellos solo busca mejorar la situación de sus familias. Subrayó que, para ello, los migrantes necesitan poder viajar con seguridad hacia la Ciudad de México, ya que Tapachula, en Chiapas, está colapsada con familias que sobreviven en condiciones extremas y carecen de oportunidades laborales.
Los migrantes habían planeado una marcha desde la estación migratoria Siglo XXI para conmemorar el Día Internacional del Migrante, pero debido a las fuertes lluvias, tuvieron que cancelarla. En su lugar, Carlos Larios, un migrante venezolano, explicó que la mayoría de los indocumentados solo desea trabajar en Estados Unidos, contribuyendo como obreros y mejorando su situación familiar.
Larios agregó que, a pesar de las críticas de Trump, muchos migrantes buscan entrar al país de forma legal, y esperan que el nuevo presidente logre mejorar la economía tanto en su país como en el resto de la región. Aunque Larios llegó a Tapachula hace poco y apenas está tramitando su cita con el sistema CBP One, espera poder cruzar a Estados Unidos antes de enero, cuando las leyes migratorias podrían cambiar.
Por otro lado, Bryan Douglas Velázquez, migrante guatemalteco, instó al gobierno de México a brindar más seguridad y apoyo alimentario a los migrantes, ya que la frontera sur del país se ha convertido en una de las zonas más peligrosas. Mencionó que muchos migrantes han sido víctimas de robos, agresiones y violaciones, por lo que pidió la presencia de fuerzas de seguridad como la Guardia Nacional y Protección Civil.
La inseguridad en la frontera sur se ha incrementado considerablemente, convirtiéndola en la zona más peligrosa de México, según los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana. En medio de esta violencia, casi el 92 % de los habitantes de la región perciben altos niveles de inseguridad, lo que agrava aún más la situación de los migrantes.
Aunque la detención de migrantes en la frontera con Estados Unidos ha disminuido, México ha registrado un récord de más de 712.000 migrantes irregulares en el primer semestre del año, lo que representa un aumento del 193 % en comparación con el año anterior. Esto refleja el creciente flujo migratorio que atraviesa el país en busca de mejores oportunidades.
A pesar de las malas condiciones climáticas, miles de migrantes planean salir en una nueva caravana desde Tapachula hacia la Ciudad de México, ya que muchos han estado esperando durante meses la aprobación de sus trámites o citas con CBP One, sistema que ha sufrido retrasos significativos. La situación desesperada de los migrantes sigue siendo un desafío para las autoridades mexicanas.