El sucesor de Janet Yellen garantiza que apoyará el crecimiento económico, el empleo y la estabilidad de precios
5 de febrero de 2018 – Nueva York – Agencias.
Jerome Powell ha jurado este lunes como decimosexto presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), garantizando que su equipo está preparado para responder ante la evolución de los riesgos. Hasta ahora era uno de los gobernadores del banco central de Estados Unidos y toma oficialmente el relevo al frente en sustitución de Janet Yellen con los mercados bajo presión desde por el temor a que retire los estímulos monetarios más rápido de lo anticipado.
“El desempleo es bajo, la economía crece y la inflación baja”, ha declarado el nuevo presidente de la Fed en un breve mensaje en el que explica qué hace el banco central y por qué. Recuerda que el doble mandato de la institución es lograr la estabilidad de precios y el máximo empleo. También desempeña un papel vital al asegurar la estabilidad del sistema financiero y la integridad del sistema de pagos.
“A través de nuestras decisiones de política monetaria”, señala, “apoyaremos la continuidad del crecimiento económico, un mercado laboral sano y precios estables”. El sistema financiero, asegura, es ahora “más fuerte y resistente que antes de la crisis financiera que comenzó hace una década”. Pese a este panorama tan favorable que hereda de de Janet Yellen, señala que está siempre vigilante para preservar la estabilidad.
Powell cumplió 65 años el domingo. Es un viejo conocido en Washington, aunque carece del perfil de economista de sus predecesores. Se graduó en política por Princeton y en leyes por Georgetown. Ocupó el cargo de gobernador de la Reserva Federal desde 2012, fue socio del fondo de inversión Carlyle Group y sirvió en el Tesoro con el republicano George Bush padre.
Cambio de percepción
El estreno de Powell al frente del banco central más poderoso del mundo no se presenta fácil. Wall Street le recibe con una volatilidad que no se veía desde comienzos de 2016, cuando Reino Unido votó en referéndum abandonar la Unión Europea. El índice S&P 500 ha perdido más de un 7% de su valor desde el último récord el pasado mes de enero, tras extender este lunes las fuertes caídas que se vieron el viernes, en el último día de Yellen.
El Dow Jones se colocó en la recta final de la sesión perdiendo, primero, el nivel de los 25.000 puntos, y menos de una hora después trataba de aguantar los 24.000 puntos al caer un 6%. Borró así todas las ganancias del año en una espiral bajista mientras El S&P 500 permidó más de un billón de valor de mercado. El índice de volatilidad se disparó un 75%.
Aunque las palabras de Powell indican continuidad en la estrategia, el temor de fondo es que la política monetaria pueda verse influida a partir de ahora por cinco factores relacionados, que pueden llevarle a ser más agresivo con el alza de tipos: el impacto de los estímulos fiscales en el crecimiento, el incremento del déficit público, el alza de los salarios por un mercado laboral en pleno empleo, el incremento de la presión inflacionista y el nivel de los mercados.
La expansión avanzó de una manera progresiva durante los últimos nueve años, la inflación se mantuvo misteriosamente baja, como reconoció el propio Powell. El plan en este momento es el de tres incrementos de tipos en 2018. Pero si los precios suben, deberá hacerlo con más frecuencia. El gran reto, por tanto, es mantener un equilibrio que evite que se recaliente la economía o una recesión en el otro extremo por reaccionar en exceso.
Bonos más atractivo
Si los tipos suben, los inversores podrían verse en paralelo más interesados en colocar su dinero en los bonos que en el mercado de acciones. El Tesoro de EE UU, a su vez, está pidiendo prestado más dinero por el recorte de impuestos, lo que provoca que haya más bonos circulando por el mercado y eso lleva a los inversores a pedir tipos más altos para que les sea rentable comprarlos. La inflación también es mala para los bonos.
Jerome Powell sucede a Janet Yellen, que sirvió durante 14 años en la Fed, los cuatro últimos como presidenta. La ceremonia de juramento estuvo dirigida por Randal Quarles, que acaba de asumir el cargo de vicepresidente. “Sabemos que nuestras decisiones importan a las familias y los negocios”, declaró, “las adoptamos de manera objetiva, basada solo en las mejores evidencias disponibles”.
El nuevo presidente de la Fed, republicano moderado, considera que las reglas que siguen la política monetaria son prácticas para definir la estrategia, pero representan una parte muy pequeña del análisis que necesita hacer para marcar el curso. “No soy capaz de pensar en una actividad humana que pueda simplificarse en una ecuación”, comentó en unos de sus discursos antes de ser designado como líder del banco central.