29 de julio de 2024 – Washington – EFE.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quiere reformar el funcionamiento del Tribunal Supremo para “asegurar que ningún presidente esté por encima de la ley”, como se detalla en un artículo que publicó hoy en el diario The Washington Post.
“Podemos y debemos frenar el abuso del poder presidencial y restaurar la confianza de los ciudadanos en nuestro sistema judicial”, afirmó en el artículo, donde solicita una reforma que la Casa Blanca detalló en un comunicado este lunes.
Biden busca con esta reforma evitar fallos similares al reciente del alto tribunal que “concedió inmunidad a los presidentes por acciones realizadas durante su mandato” y que impactó al expresidente Donald Trump y su papel en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Para Biden, esa decisión del Supremo “indica que prácticamente no hay límites para lo que un presidente puede hacer. Los únicos límites serían los que se imponga el propio ocupante del Despacho Oval”.
“Si un futuro presidente incita a una turba violenta a asaltar el Capitolio y bloquear el traspaso pacífico del poder, como ocurrió el 6 de enero de 2021, es posible que no haya consecuencias legales”, advierte el presidente estadounidense.
Además de estas decisiones que considera “peligrosas”, Biden sostiene que el Supremo “está en una crisis ética. Los escándalos de varios jueces han generado dudas sobre la imparcialidad e independencia del tribunal, cruciales para impartir justicia de manera equitativa”.
Por eso, ante las crecientes amenazas a las instituciones democráticas de EE.UU., Biden propone “tres reformas audaces para restaurar la confianza y la responsabilidad del tribunal y de nuestra democracia”.
Primero, desea promulgar “una enmienda constitucional denominada ‘Nadie está por encima de la ley’” que aclararía que “no hay inmunidad para los delitos cometidos por un expresidente durante su mandato”.
También aboga por limitar los mandatos de los jueces de la Corte: “EE.UU. es la única gran democracia constitucional que otorga un mandato vitalicio a sus jueces. La limitación de mandatos ayudaría a asegurar que los miembros del tribunal cambien con regularidad”.
“Esto -aclara- haría que los nombramientos fueran más predecibles y menos arbitrarios. Reduciría la posibilidad de que una sola presidencia alterara radicalmente la composición del tribunal durante generaciones”.
Finalmente, Biden solicita un código de conducta vinculante para el Tribunal Supremo.
“Es de sentido común. El actual código ético voluntario del Tribunal es débil y se aplica por sí mismo. Los jueces deberían estar obligados a revelar regalos, abstenerse de actividades políticas públicas y recusarse de casos donde ellos o sus cónyuges tengan conflictos de interés financieros u otros”, enfatiza.
Estas propuestas de Biden, quien ha decidido no postularse para la reelección en las presidenciales del 5 de noviembre pero permanecerá en el cargo hasta el final de su mandato en enero, ya se habían filtrado anteriormente a la prensa.
Según analistas, las modificaciones reflejan la creciente indignación entre los demócratas por los recientes escándalos éticos de algunos jueces del Supremo y las decisiones de la nueva mayoría del tribunal que también han cambiado precedentes legales en temas como el aborto y los poderes reguladores federales.