3 de diciembre de 2024 – Tapachula (México) – EFE.
Una caravana con más de 1.500 migrantes, que salió esta semana de la frontera sur de México, enfrenta bloqueos por parte de las autoridades en Chiapas, limitando su paso hacia el norte. Este grupo, al igual que otras caravanas, no puede avanzar más allá del estado que colinda con Centroamérica.
El contingente partió a las 05:00 horas (11:00 GMT) desde Huixtla, en un desplazamiento lento, con algunos migrantes utilizando bicicletas y triciclos. La Guardia Nacional y la policía municipal acompañan el grupo, mientras enfrentan las presiones del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, para que México controle el flujo migratorio.
Los migrantes, en su mayoría venezolanos, han denunciado que agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) han estado vigilando y persiguiendo al grupo desde su llegada a Huixtla. Este martes, intentaron detener a una familia, pero los migrantes lograron impedirlo.
Los migrantes piden apoyo a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien la semana pasada aseguró que las caravanas ya no llegan a la frontera con EE.UU. Trump, por su parte, ha amenazado con imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos si no se frena la llegada de migrantes y drogas.
Genaro Cárdenas, un migrante venezolano, solicitó ayuda para llegar a la Ciudad de México, donde considera que hay más oportunidades laborales. Asegura que otros estados en México son más peligrosos y que su objetivo es esperar su cita para pedir asilo en EE.UU.
Cárdenas viaja en bicicleta junto a un grupo de compatriotas. Aunque enfrentan las dificultades y la presión de los agentes de Migración, su esperanza es llegar a su destino y no ser obligados a regresar a Tapachula, ciudad en la que temen ser detenidos nuevamente.
El Gobierno mexicano tiene planes de implementar una estrategia migratoria humanitaria con un polo industrial en el sur del país. Según Sheinbaum, el número de migrantes que llegan a la frontera de EE.UU. ha disminuido un 75% desde diciembre de 2023.
Sin embargo, migrantes como Bryan Joan, también venezolano, expresan su descontento por la falta de apoyo del Gobierno mexicano. Asegura que en Tapachula no hay trabajos y que Migración les promete ayuda, pero la realidad es que muchos migrantes son regresados a la estación migratoria Siglo XXI.
Antonio José, otro venezolano, pidió al Gobierno mexicano que cambie su política migratoria para brindar un trato más humano a los migrantes y no engañarlos. Critica que se les diga una cosa y luego se les impida avanzar.
Mientras tanto, el Sistema Integral para la Familia (DIF) y Médicos Sin Fronteras (MSF) proporcionan atención médica a los migrantes. Muchos sufren lesiones en los pies debido a la larga caminata, con ampollas y deshidratación entre los afectados.
Fabiola Flores, migrante salvadoreña, informó que al menos 20 personas en su grupo han sufrido lesiones y malestares durante el viaje. A pesar de los intentos de intimidación por parte de las autoridades, los migrantes expresan que no buscan causar disturbios, solo desean llegar a su destino y descansar.