23 de octubre de 2017 – Nueva York – Agencias.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos, la más potente del mundo, tiene un problema: le falta 1.550 pilotos militares, 1.210 de ellos de combate, de acuerdo con el Departamento de Defensa. La situación es tan extrema, que el presidente Donald Trump acaba de firmar un decreto por el que vuelve a llamar filas a un millar de aviadores que están fuera de servicio. El comandante en jefe invocó la conocida como National Emergencies Act. La Air Force cuenta con 12.600 pilotos.
La vuelta a filas es voluntaria pero coincide en un momento de tensión geopolítica elevado, por la guerra contra el Estado Islámico y la amenaza nuclear de Corea del Norte. La acción de la Casa Blanca servirá en paralelo para reforzar la estrategia militar en Afganistán, una guerra que dura ya 16 años. El plan presentado en agosto por Trump incluye elevar el apoyo aéreo a los militares afganos.
Gary Ross, portavoz del Pentágono, explica que el objetivo de esta medida es que la Air Force pueda reclutar a 1.000 pilotos retirados durante un periodo de hasta tres años. La orden ejecutiva, que enmienda la firmada por George Bush tras los ataques terroristas del 11-S de 2001, da a Defensa autoridad y flexibilidad para llamar a los pilotos de combate basándose en las necesidades de cada momento.
El senador republicano John McCain, presidente del comité de Servicios Armados, alertaba el pasado mes de junio de que si esta crisis no se resolvía a tiempo, “pondrá en duda la capacidad de la Air Force de desempeñar sus misiones”. Junto al atractivo del sector privado, hay falta de fondos para la formación. Además, durante el mandato de Barack Obama se puso más peso en la inteligencia.
Sueldos más altos
Por ley, solo se pueden reclutar a 25 pilotos retirados cada año. La Air Force, en paralelo, está considerando adoptar un nuevo programa de promoción de los pilotos de combate para evitar que muchos de sus aviadores se pasen al sector privado buscando sueldos más altos y una mejor calidad de vida. Los incentivos que se han ofrecido hasta ahora no fueron suficientes.
La Fuerza Naval (Navy) también afronta una carestía similar y esta orden ejecutiva puede servirle. Los responsables de reclutamiento de pilotos militares admiten públicamente que la Air Force atraviesa por una crisis. La reactivación de los aviadores retirados, de hecho, no resuelve el problema. Por eso la Fuerza Aérea estadounidense está acudiendo a la industria para “elevar la producción” de pilotos.
Tampoco es un problema exclusivamente militar o de Estados Unidos. Las proyecciones publicadas por el conglomerado aeroespacial Boeing el pasado verano anticipan que la industria de la aviación civil iba a necesitar 637.000 nuevos pilotos durante las próximas dos décadas, por el efecto combinado de las jubilaciones y de la expansión de las rutas. Las aerolíneas regionales son las más expuestas.