El lento crecimiento del agave, de donde se extrae esta bebida, hace imposible un aumento de la producción como el que requiere la demanda
1 de febrero de 2018 – México – Agencias.
El tequila vive un boom, está bendecido por el éxito. Su precio se ha multiplicado por seis en los últimos dos años y ya son ocho de cada diez las botellas que se exportan al extranjero. Pero el auge ha sido de tal calibre que ha dejado temblando las plantaciones de agave, la planta de la que se extrae esta bebida.
El gran éxito es también su peor enemigo. El rápido incremento de las ventas, producido entre otras razones por su expansión en el extranjero, ha provocado que las plantaciones existentes se estén exprimiendo al máximo. El lento crecimiento de esta variedad de agave, el azul tequilana weber, -en torno a siete años- hace imposible un aumento de la producción como el que requiere la demanda. Esto ha provocado que algunos productores tengan que utilizar plantas poco maduras, de las que se extrae menos licor, y por tanto haga aún más incierto el el futuro de la producción de esta bebida, según han asegurado a Reuters varios productores.
Desde 2009, el tequila experimenta un crecimiento sin descanso. En el último año las exportaciones crecieron un 7,1% y de México salieron hacia el extranjero 213 millones de litros, de los 271 millones que se produjeron en total, según el Consejo Regulador del Tequila.
Estados Unidos ha sido el principal destino de las exportaciones con 172 millones de litros, seguido de España (5,3 millones), Alemania (4,6 millones) y Francia (3 millones). Un ranking en el que en la parte alta también se han colado países como Japón (2 millones), Letonia (1,8) o Sudáfrica (1,6). Una buena muestra de que la fiebre por el tequila es universal.
Las plantaciones de agave se han convertido en uno de los más preciados cultivos en México. Tal es así que los robos son uno de los principales problemas para los productores. En los primeros nueve meses de 2017, 193 toneladas de agave fueron robadas, según publica la prensa local y en el Estado de Jalisco, lugar de donde esta bebida es originaria, el hurto de esta planta está tipificado como delito con penas de entre 5 y 15 años.
Una bebida que en los últimos años también se ha hecho más exclusiva. El estadounidense George Clooney, el puertorriqueño Daddy Yankee o el cantante Justin Timberlake han participado de este negocio con sus propias firmas de tequila.
La pasión por esta bebida, producida en la tierra rojiza de los altos de Jalisco, ha conquistado países como Lituania, el tercero donde más litros por habitante se beben de este licor: 0,15, solo superado por México (0,9) y Estados Unidos (0,4).