13 de octubre de 2020 – Washington – EFE.
La jueza ultraconservadora Amy Coney Barrett, nominada para el Tribunal Supremo por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, encajó este martes los golpes de los senadores demócratas sin perder la compostura y sin ofrecer siquiera una pista acerca de cómo fallará en casos tan importantes como los relacionados con el aborto o el futuro del Obamacare.
“Los jueces no pueden levantarse un día y decir: tengo una agenda, me gustan las armas, odio las armas; me gusta el aborto, odio el aborto. Y simplemente andar por ahí como una reina e imponer su voluntad al mundo”, dijo con cierta ironía Barrett durante el segundo día de audiencias en el comité judicial del Senado.