Maduro amenaza con vetar en las presidenciales a los partidos que boicotearon los últimos comicios.
12 de diciembre de 2017 – Agencias.
Paso a paso el chavismo va desmembrando a la oposición. Apartando contendientes de cara a las presidenciales de 2018, que podrían incluso ser adelantadas. El oficialismo tras las regionales de octubre y las municipales del domingo ha encontrado la formula para ganar: cambiar la reglas del juego. Para eso cuenta con un Supremo capaz de inhabilitar y detener a los favoritos, un Ejercito para dominar las calles y un Consejo Electoral capaz de aprobar cualquier argucia de ultima hora preparada para nivelar la balanza a favor de la causa bolivariana. Al final han conseguido que las protestas se diluyan, y en general, la desidia gane entre los venezolanos, condenados a seguir la pauta marcada desde el Palacio de Miraflores. Y no hay que olvidar que por encima de todo eso está la Asamblea Constituyente, que en cualquier caso podría revocar cualquier resultado que no agradase a la cúpula del chavismo. La oposición debilitada se encuentra una vez más en la encrucijada.
En el marco de las municipales de este domingo –donde con una abstención de más del 50% el chavismo se adjudicó 308 de las 335 alcaldías– Nicolás Maduro advirtió de que los principales partidos de la oposición tendrán prohibido presentarse a las presidenciales. «Los demás partidos, Voluntad Popular (VP) y Primero Justicia (PJ) han desaparecido del mapa político venezolano y hoy desaparecen totalmente porque partido que no haya participado hoy y haya llamado al boicot de las elecciones no puede participar más», adelantó el presidente. Esto significa que los principales partidos no podrán plantar cara al todopoderoso PSUV. De todas formas, los lideres de estos grupos, como Leopoldo López, Henrique Capriles, Freddy Guevara o Julio Borges, se encuentran presos, inhabilitados o procesados. Y todo esto en mitad de un tenso dialogo entre Gobierno y oposición que debería reanudarse el15 de febrero.
«La oposición no tiene más remedio que acudir a la cita a ver que saca, si por lo menos consigue alguna ventaja y que suelten presos políticos. Por su parte, el chavismo podría hacer algunas concesiones si EE UU retira sanciones, algo poco probable», afirma Alfredo Pirse, analista de la Universidad Andrés Bello.
Por ahora, ningún partido se ha pronunciado al respecto, pero una fuente de VP que prefiere no dar su nombre afirma que no hay muchas opciones. «El dialogo es una vía, el estallido social parece remoto. Tenemos que acudir a los foros internacionales y pedir ayuda. Nosotros solos no podemos. La otra opción sería refundar la MUD. La gente votará cualquier candidato como un voto en contra de Maduro. Tenemos que unirnos de nuevo». Por otro lado, la situación se está volviendo caótica: «Si aumenta la grave crisis humanitaria, el Gobierno podría caer. Sin embargo, con los créditos chinos y rusos deberían de aguatar hasta las presidenciales, alimentado con maltrechos subsidios a ese 30% de su electorado mas pobre», zanja.
Por su parte, la MUD y uno de los cinco rectores que conforman el Poder Electoral denunciaron casos de «voto asistido» y otras irregularidades durante los comicios, en los que no participó el grueso de la oposición por confiar en la transparencia del proceso.
Luis Emilio Rondón, único de los cinco miembros titulares del Consejo Nacional Electoral (CNE) no alineado con el régimen chavista, pidió a los integrantes de las mesas y a los militares que eviten atropellos de la ley. «He estado recibiendo distintas denuncias acerca de la marcha del proceso electoral, fundamentalmente de estados como Barinas, Carabobo o Zulia en atención al voto asistido», señaló el rector. «Y quiero hacer énfasis en este aspecto, porque la legislación electoral es muy clara: no está permitido el voto asistido», recalcó. Además, añadió que tiene informes de que en algunos centros electorales el gobernante PSUV verificó que los beneficiarios de programas sociales acudan a votar. Para ello, acotó, escanean el «carné de la patria», documento de lectura electrónica que identifica a las personas que reciben ayudas del chavismo.