Los precios saltan de 70 dólares a casi 4.900 dólares en el mercado negro
7 de noviembre de 2018 – Buenos Aires – Agencias.
¿Cuánto está dispuesto a pagar un hincha argentino de fútbol por la final de todos los tiempos? En medio de una dura recesión económica, 180.000 pesos (unos 4.900 dólares) parece una locura. Con ese dinero, una pareja con dos hijos puede vivir nueve meses, según el valor mínimo de la canasta básica total que mide el Gobierno argentino. Pero la distancia que hay entre la demanda de boletos y la cantidad de asientos disponibles ha llevado a las nubes la reventa para el primer partido entre Boca y River por la Copa Libertadores, previsto para este sábado. Los sitios online piden sin pudor hasta 70 veces más que el precio oficial por boletos de origen incierto.
La final de ida y vuelta que definirá entre Boca y River al campeón del fútbol sudamericano es para muchos el evento deportivo del siglo. Y sólo hay espacio para unos pocos. Menos en Boca, donde el sábado se juega el partido de ida, que en River, sede del encuentro definitivo el 24 de noviembre. Las restricciones son muchas. Los estadios estarán cerrados al público visitante y sólo habrá lugar para socios. Pero aún así no alcanzará para todos. Boca tiene 180.000 socios y 49.000 butacas en la Bombonera. River suma 100.000 socios y dispone de 66.000 lugares en el Monumental.
Los clubes ya iniciaron la venta de entradas a través de sus respectivas páginas web. Tendrán preferencia los dueños de abonos anuales y luego los socios adherentes. Entre ellos, habrá prioridad para aquellos que hayan mostrado mayor fidelidad durante los partidos de Libertadores. Es decir que si un hincha se acordó de ver a su equipo recién en la final no pasa el filtro del perfecto fanático y deberá ceder su espacio. Los precios de las entradas son altos, pero no inalcanzables: oscilan entre los 1.300 y 2.700.
Para los que quedan fuera, la realidad es bien distinta. El sitio internacional de ventas viagogo.com, dedicado, según dicen sus propietarios, a la venta de “entradas para deportes, música y entretenimientos”, ofrece desde hace una semana boletos muy por encima de los precios oficiales. El miércoles, en el pico de la fiebre por el superclásico, las plateas altas oscilaban entre los 63.000 pesos (1.700 dólares) y los 120.000 pesos (3.240 dólares). Para comprar una platea baja eran necesarios 180.000 pesos. El viernes los precios habían descendido, y bastante, pero eran aún exorbitantes: hasta 45.000 pesos (1.200 dólares). Para el partido de vuelta en la cancha de River los valores son similares.
La reventa es una práctica oscura y nadie tiene muy en claro de dónde salen esos boletos fantasma. Los sospechosos de siempre son los barras, pero tampoco está muy claro cómo esta vez pudieron tener acceso a localidades legítimas antes de que los clubes las pongan a la venta. La hipótesis de que sean socios que compraron para revender es poco probable. ¿Existe un fanático de Boca o de River dispuesto a hacer negocio con su boleto y perder así el partido de su vida? Como las preguntas no tienen respuesta cierta, los dirigentes de Boca decidieron llevar el tema a los tribunales.
“El club solicitó, una vez más ante la justicia, que se inicie la correspondiente investigación, hasta las últimas consecuencias, para individualizar a los autores de la contravención y sancionarlos”, dijo la dirección de Boca en un comunicado. El club quiere que la fiscalía controle a los sitios de venta online como viagogo.com, además de a empresas de turismo que ofrecen por 3.300 dólares paquetes con entradas incluidas o responsables de cadenas de WhatsApp con ofertas de ubicaciones. Lo cierto es que, a tres días de la primera final, en la reventa hay para todos los gustos.