29 de agosto de 2017 – México – Agencias.
En un giro inesperado, las autoridades de Tamaulipas han detenido este martes a Jorge Fernández, el marido de la española Pilar Garrido. La fiscalía le acusa de haberla asesinado. Los peritos de la fiscalía han determinado, además, que Garrido murió asfixiada.
Fernández denunció a principios de julio que un grupo de hombres armados había secuestrado a Pilar. Fue un domingo. Según su versión, el matrimonio y su hijo volvían de una playa de Tamaulipas (norte de México) cuando un carro les interceptó. Dos hombres se bajaron. Tenían armas. Otro esperó dentro. Quisieron llevarse su coche, pero Jorge declaró que se negaron. Fue entonces cuando decidieron llevarse a Pilar.
El marido ha mantenido su versión todo este tiempo, también cuando los investigadores desvelaron que habían encontrado unos huesos junto a la carretera de la playa; que esos huesos resultaron ser de Pilar. Es decir, que Pilar estaba muerta y que sus restos estaban junto a la carretera, la misma de la que, según Jorge, se la llevaron.
La fiscalía dice que “se encontraron diversas contradicciones en el dicho del esposo, lo cual llevó a redireccionar la búsqueda. Eso permitió que en la décima búsqueda, el 26 de julio, se localizaran diversos restos óseos”.
Esas contradicciones tienen que ver, según se ha podido saber, con los tiempos que manejaba el marido, lo que dice que tardó en volver a su casa el día del supuesto secuestro. No cuadraba.
Falta por saber qué pruebas tiene exactamente la fiscalia y si el juez, en el juicio, considera que son suficientes.
