El Gobierno de Lenín Moreno sostiene que estas estimaciones se basan en “rumores”, y que solo hay un fallecido
10 de octubre de 2019 – Agencias.
La semana de protestas en Ecuador contra las medidas económicas del gobierno de Lenín Moreno ha dejado un saldo de al menos cinco muertos, según la Defensoría del Pueblo, un organismo estatal autónomo. Entre ellos está Inocencio Tucumbí, líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), la principal promotora de las protestas que ha llevado a la capital a miles de indígenas que ayer se manifestaron en una multitudinaria huelga general que clamaba por la anulación del decreto que elevó el precio del combustible y otras reformas laborales.
A pesar de que el gobierno señaló que “da por desactivado el golpe de Estado” que atribuye al expresidente Rafael Correa y al mandatario venezolano Nicolás Maduro; que “la normalidad” ha vuelto a Quito y que ha iniciado diálogos para aplacar las protestas, la noticia de los fallecimientos ha vuelto a crispar los ánimos entre los indígenas que aún permanecen en Quito y han retenido a ocho policías en señal de protesta.
Leonidas Iza, dirigente de CONAIE en la provincia de Cotopaxi confirmó el fallecimiento de Inocencio Tucumbí y de José Rodrigo Chaluisa, ambos durante la jornada de huelga general el miércoles en Quito. Los otros dos fallecidos son Marco Oto, que cayó desde un puente en el casco histórico de Quito durante los enfrentamientos con la policía el pasado lunes y Raúl Chilpe, quien fue atropellado por un vehículo en la provincia andina de Azuay mientras participaba en una protesta el domingo. El quinto fallecido aún no ha sido identificado.
Sin embargo, el ministro de la Presidencia de Ecuador, José Agusto Briones, ha indicado que el gobierno únicamente tiene confirmación oficial de que “una persona fue atropellado por un conductor amedrentado por los manifestantes y esa persona murió” y que “un ecuatoriano falleció ayer (miércoles) por una caída y golpe en su cabeza en las manifestaciones en Quito.
Los indígenas, con el presidente de CONAIE Jorge Vargas a la cabeza han retenido a ocho policías en la Casa de Cultura de Quito, donde miles se han agrupado. “Con la sangre de nuestros hermanos no vamos a negociar, no hay ningún negocio con este gobierno nefasto, mentiroso, ladrón”, dijo el líder social en el transcurso de una asamblea. “Con mi pueblo, Lenín Moreno, con los indígenas no se juega, con la CONAIE no se juega carajo”, añadió. Leonidas Iza advirtió que no entregarían a los policías retenidos, que según el diario El Comercio se encuentran en buen estado, hasta que les entregaran los cuerpos de sus dos compañeros fallecidos.
La desconfianza de los indígenas va a complicar las posibles negociaciones que el ejecutivo de Moreno está buscando para aplacar las protestas. El ministro Briones ofreció a las comunidades indígenas un plan con “seis ejes de acción en la ruralidad” para “compensar el efecto del fin del subsidio a los combustibles” y planteó una mediación con la intervención de Naciones Unidas y de la Conferencia Episcopal.
El plan del gobierno incluye facilitar el acceso al agua a través de un sistema de riego parcelario; reestructurar deudas de organizaciones que no estén al día en los pagos del financiamiento de sus terrenos y condonar el total de las multas impuestas por la Secretaría del Agua. También contempla reparar 500 km de agrovías, reabrir escuelas en zonas rurales indígenas y desarrollar 2.000 hectáreas de terreno para pastos. La única condición señalada por Briones es “volver a la paz en el país”.
El gobierno no se plantea retomar el subsidio al combustible, principal demanda del colectivo indígena y desencadenante de las protestas que han desembocado en la mayor crisis política del presidente Lenín Moreno desde que llegó al poder en 2017. Ecuador continúa una semana después en estado de excepción y las clases siguen suspendidas.