12 de noviembre de 2021 – Santiago de Chile – EFE.
Fertilizantes para la poderosa industria agropecuaria de Brasil, chips semiconductores para las automotrices mexicanas o falta de buques para exportar el café colombiano: Latinoamérica empieza también a sentir los efectos de la crisis global de suministros.
Si bien la situación no es crítica, como en Estados Unidos, donde la campaña navideña está amenazada, la cadena de suministro en algunos países latinoamericanos comienza a estresarse, pues la región es netamente importadora y depende del comercio mundial.
Desde que se empezaron a relajar las restricciones a la movilidad y a la actividad económica por la pandemia de covid-19, la demanda de bienes y servicios ha experimentado un crecimiento repentino al que los fabricantes y transportistas no han sido capaces de dar respuesta, lo que ha generado cuellos de botella en distintas partes del mundo, sobre todo en Asia y Estados Unidos.
COLOMBIA
Los colombianos podrían tener problemas para encontrar algunos regalos navideños como juguetes, licores, productos electrónicos y electrodomésticos, pero lo que sobre todo van a sentir es un aumento de los precios, según especialistas.
“La escasez ayuda al aumento de los precios, pero el mayor impacto está en los costos logísticos que han subido de manera extraordinaria”, dijo a Efe el presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Colombia (Analdex), Javier Díaz.
Un contenedor que usualmente se traía de China a un costo de 2.200 dólares, hoy cuesta entre 20.000 y 22.000: “Los costos se han multiplicado por 10 y eso no lo va a asumir el vendedor”, afirmó.
Para el experto, la solución en Latinoamérica puede tardar aún más que el resto del mundo: “Apenas somos el 4 % del negocio de las navieras, no somos prioritarios. Por lo menos durante todo el 2022 vamos a tener esta logística complicada y altos costos”.
La congestión en puertos como el de Los Ángeles, en Estados Unidos, ha perjudicado también a las exportaciones y una operación que se demoraba 40 días hoy está tardando 75.
Por esa razón, precisó Díaz, muchas operaciones, principalmente de café y azúcar, fueron trasladadas a Cartagena, en el Caribe, “para tratar de cumplir con los compromisos”, precisó.