9 de octubre de 2017 – Agencias.
Embarazada de casi seis meses, Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López, en arresto domiciliario desde el mes de julio, sigue luchando por la libertad de los presos políticos y de Venezuela. En una entrevista, cuestiona las elecciones regionales que se celebrarán el próximo domingo y explica cómo pasa los días su esposo desde que salió de la cárcel militar de Ramo Verde.
–¿Cómo describe su situación?
–Es una situación de lucha. No siento mucha diferencia a los últimos tres años. Todos los días me levanto, me visto, me pongo mi franela de protesta que tiene la cara de Leopoldo [López], de Gilber [Caro] o de cualquiera de los presos políticos y siento una gran responsabilidad.
–¿Por qué el Gobierno de Maduro no libera a Leopoldo López?
–Sentimos un ensañamiento hacia Leopoldo, metiéndose con sus seres queridos que son su mamá, su papá y su esposa. Ha sido muy duro para la familia, pero entendemos que es un ataque a Leopoldo, porque es un líder político, un líder importante para Venezuela, porque es un hombre muy preparado. Es uno de los políticos que más ha estudiado la situación de Venezuela, que tiene un plan político. Tiene una fortaleza y firmeza, pero a la vez materia para darle al país. A las dictaduras no les gustan cosas así porque persiguen el pensamiento libre.
–¿Qué ha pasado con el caso de los 200 millones de bolívares en efectivo que le incautaron? Sabemos que le citaron y no había sesión. ¿En qué fase está?
–Todos los días voy al tribunal y el despacho sigue cerrado. Estoy segura que esto es un caso creado y manipulado por el Gobierno por cómo fue. Ellos llegaron a mi casa, específicamente a mi carro y yo llegué y pregunté: ¿Qué pasa aquí?. Éste es mi carro y me pidieron que lo abriera e hicieron fotos y ese día armaron un escándalo. Ese dinero es mío, tengo cómo probar que es mío, yo sé de dónde viene y a dónde iba. Era para mi abuela, quien estaba hospitalizada y fue como lo expresé públicamente. Es muy injusto porque me quitaron el carro, me quitaron el dinero y mi pasaporte saliendo a una gira por Europa. Estoy imputada y no sé por qué. No es delito tener dinero en efectivo. Quiero que abran el despacho e investiguen todo lo que tengan que investigar para que me devuelvan todo lo que es mío.
–Está embarazada, tiene prohibición de salida del país y Leopoldo, su esposo, está preso. ¿Espera que algunas de estas condiciones cambien al nacer la bebé?
–Claro. Sueño con estar pariendo y que Leopoldo esté a mi lado. Es lo más importante, su libertad plena. Salir o no del país es relativo. Leopoldo está preso en su casa y yo en el país, pero la libertad se lleva por dentro. Nuestra lucha familiar no para y tenemos una ilusión muy grande que es una bebé. Y yo espero que de aquí a enero, que es cuando nace, las cosas cambien en Venezuela.
–¿Por qué cree que disminuyeron las protestas en Venezuela? ¿Hay desánimo entre la gente?
–Todo tiene su ciclo. Las protestas duraron cuatro meses y es la primera vez que unas protestas pacíficas duran tanto tiempo. La protesta pacífica fue migrando. Primero marchas, después trancazos y plantones y fuimos identificando cómo la gente podía drenar su inconformidad con la situación venezolana. La gente salió mucho. Mi percepción es que parte del cambio fue por la represión brutal. Vivimos disparos, ataques militares contra la población. Nosotros obedecemos a una dirigencia política y esas manifestaciones respondieron a un planteamiento de la Unidad y la Unidad dejó de convocar y tomaron la decisión de participar en unas elecciones regionales.
–Comentaba que la Unidad decidió ir a las regionales. ¿Cree que es una buena decisión tomar esa vía?
–Para mí no es el foco de la lucha. Nosotros hemos pedido elecciones generales, de presidente, alcaldes y gobernadores. Una elección regional no soluciona la crisis de alimentos, tampoco cambia dictaduras. Es un tema político y los partidos tomaron esa decisión. Pero para mí, como activista, ésa no es la lucha
–¿Y el diálogo?
–Hemos tenido experiencias muy malas en Venezuela que han fracasado. Esto es una negociación que debe traer resultados inmediatos. Hoy en Venezuela no hay espacio político. Los partidos iniciaron la fase exploratoria y la diferencia es que hay una comunidad internacional respaldando el diálogo y pendiente del curso.
–¿Ha habido algún tipo de negociación o acuerdo de silencio sobre la situación de Leopoldo?
–No. Nunca. A Leopoldo lo fueron a visitar a Ramo Verde ocho veces. Fueron Delcy Rodríguez y Jorge Rodríguez (representantes del Gobierno) y a Leopoldo no le pidieron nunca nada. Hablaron del país, de la negociación, del diálogo y Leopoldo decía: «¿Qué diálogo? si hay más presos». A él le informaron de que la decisión de mandarlo a casa era unilateral y que ya estaba tomada. Leopoldo, desde que está en la casa, ha sido muy fuerte porque tenía poco tiempo en la casa y se lo llevaron descalzo y engañado a Ramo Verde. Lo torturaron 5 días más y luego lo devuelven. Después el Tribunal Supremo saca una sentencia que dice que Leopoldo no tiene sus derechos políticos, pero aún más grave, que no puede comunicarse con la Prensa ni por las redes y eso nos alertó muchísimo. Es un preso de conciencia.Yo trato de seguir siendo su voz. Si viola la sentencia se lo llevan de nuevo a Ramo Verde y yo no quiero que se lo lleven, él no quiere irse, ni sus hijos que se vaya. Entonces, hemos cuidado la medida porque además sentimos que Leopoldo es muy útil en casa porque puede hablar con su familia, con su partido y, sobre todo, recuperar el espacio perdido y recuperarse ante tanta tortura. Leopoldo está articulando a la Unidad Democrática.
–¿Cuáles son las condiciones que tiene él en este momento? Además de la sentencia de silencio.
–Él no tiene derechos políticos, no puede ejercer política ni hablar de ella. No puede hacer llamadas internacionales ni hablar con ex presidentes.
–¿Cómo transcurren los días de él en la prisión?
–Se levanta a las 4:3. Hace un bloque de lectura. En la cárcel le daban los periódicos del Estado y ahora lee toda la prensa nacional e internacional. Lee mucho. Está montando un proyecto para recuperar la empresa petrolera en Venezuela, trabaja en eso. Juega al ajedrez con Manuela. Hace avioncitos con Leopoldo Santiago. Ejercicio: boxea, salta cuerda y pasa el día estudiando y trabajando y valorando el espacio nuevo.
–¿Qué le responde a la gente que califica su lucha como un «show» mediático?
–La verdad sale. Todo lo que uno hace tiene resultados. Las denuncias que hemos hecho han sido verdad y objetivas. Al final nos creen y al régimen no. El régimen miente y es de manipulación y de represión y esa realidad no la digo yo, está en estadísticas.
–¿Cómo se sale de esta crisis?
–Con elecciones. Los venezolanos queremos votar y lo expresamos el 16 de julio [fecha del plebiscito].