Las cuentas sospechosas de estar controladas por la maquinaria del Kremlin tuitean sobre el control de armas en Estados Unidos para generar debate y crear división
20 de febrero de 2018 – San Francisco – Agencias.
La apelación a los sentimientos en momentos de especial debilidad es una de las claves para difundir propaganda. Una hora después de que se propagase la noticia del tiroteo en Florida la semana pasada, las cuentas de Twitter sospechosas de estar controladas por la maquinaria del Kremlin comenzaron a tuitear sobre el control de armas en Estados Unidos.
Según una investigación realizada por The New York Times, tan pronto como las agencias informativas comenzaron a difundir la noticia, algunas cuentas adoptaron los hashtags (etiquetas para centralizar la conversación) #guncontrolnow, #gunreformnow y #Parklandshooting para generar debate y crear división.
El diario sostiene que muchas de las cuentas usadas para este fin son las misma que se están investigando por su relación con la injerencia rusa en la campaña electoral de 2016.
“Es bastante típico para ellos subirse al carro de las noticias de última hora así”, dijo al medio neoyorquino Jonathon Morgan, director ejecutivo de New Knowledge, una empresa que persigue este tiempo de comportamientos. “Los bots se centran en cualquier tema que cree división en los norteamericanos. Lo hacen sistematicamente”. La segunda enmienda de la Constitución, el texto que autoriza el uso de armas, es uno de los puntos que más controversia genera en la sociedad estadounidense. Una brecha que estos difusores aprovechan con gran oportunidad.
Habitualmente no funcionan solo en Twitter, sino también en Facebook y YouTube. Estas redes de enlaces, noticias falsas y contenido que llama al movimiento en las calles ya se activó durante la campaña electoral de EE UU, cuando amplió la difusión de noticias falsas sobre Hillary Clinton. Google, Facebook y Twitter, en mayor o menor medida, han intentado frenar estas cuentas, sin éxito a tenor de esta nueva actuación en un momento crítico.
