Hasta ahora se han reportado pérdidas de unos $12 millones
10 de abril de 2020 – Agencias.
Nada como una crisis para que emerjan estafadores vendiendo soluciones imposibles. La del coronavirus no es una excepción y hasta el 9 de abril la FTC, Comisión Federal de Comercio, ha recibido 15,006 denuncias de todo el país.
Se estima que quienes han caído en la trampa hayan perdido una media de $576. En total, se reportan casos que suben la cuenta total de lo que se han logrado embolsar los estafadores hasta casi $12 millones.
El fraude que más cuesta es el que han urdido quienes venden paquetes de vacaciones para escapar de la pandemia en el confinamiento. En este caso se han registrado más de 2,500 quejas pero la lista de los cuentos que llegan a inocentes y desinformados consumidores es larga.
California y Florida son los estados en los que más quejas se han recibido por parte de una FTC que pide a los consumidores que redoblen la vigilancia y las sospechas. Para empezar desaconseja que se respondan a correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas referentes a las ayudas del Gobierno. Es uno de los terrenos más fértiles para un fraude especialmente insidioso que se ceba con quienes no están familiarizados con la forma con la que opera la administración pública, es decir, sobre todo con los inmigrantes.
Esta comisión anima a que se cuelguen las llamadas automáticas pregrabadas que promocionan seguros o trabajo desde la casa entre otras tramas que terminan costando dinero. Además se recomienda que no se entre a ningún enlace de mensajes en el correo que parezcan oficiales. Si quiere saber algo del CDC, cualquier agencia del Gobierno o la OMS, acuda a sus portales oficiales.
Y sobre todo, “ignore los ofrecimientos de vacunas y kits de pruebas en el hogar”, imploran desde la FTC recordando que todo esto está aún en fase de investigación y no hay nada en el mercado.
En este sentido tanto la FTC como fiscalías generales de estados como el de Nueva York están advirtiendo a de las curas milagrosas. En este sentido, figuras públicas con seguidores a través de medios sociales o congregaciones religiosas están ofreciendo remedios que tanto la FDA, como las fiscalías y la Comisión alertan de que no funcionan.
Desde las oficinas de estas agencias y fiscalía se han enviado cartas a Alex Jones, un propagador de teorías de la conspiración y un televangelista llamado Jim Bakker a los que se les recuerda que los productos que venden no están aprobados ni autorizados, ni representan lo que son. Es decir, que no son remedios para el coronavirus.