25 de mayo de 2021 – Los Ángeles – EFE.
Los miles de menores no acompañados que recién llegaron a los EE.UU. enfrentarán una cuesta arriba para tratar de regularizar su estatus migratorio porque la representación legal es muy costosa, los recursos disponibles son escasos y muchos de ellos carecen de pruebas para demostrar su delicada situación.
Tan solo en los tres meses pasados un poco más de 46.000 menores no acompañados ingresaron a los Estados Unidos por la frontera sur, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), y a esta cifra se tendrán que sumar los miles más que han ingresado en mayo y los que vayan llegando en los próximos meses.