Es la décima causa principal de muerte en el país y arrastró con la vida de 45.000 personas en 2016
8 de junio de 2018 – Nueva York – Agencias.
La trágica muerte esta semana de la diseñadora de moda Kate Spade y del chef estrella Anthony Bourdain puso la atención en un problema de salud pública creciente en Estados Unidos. El índice de suicidios creció un 25% en menos de dos décadas, según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés) y es la décima principal causa de muerte. En la mitad de los estados del país, el incremento superó el 30% desde 1999.
Las estadísticas publicadas por la agencia revelan que cerca de 45.000 personas fallecieron por estas causas solo en 2016. Más de la mitad de los casos registrados, señala la doctora Anne Schuchat, eran personas que no fueron diagnosticadas con algún problema mental que pudiera llevarles a quitarse la vida, como la depresión. “Es preocupante”, valora la responsable del estudio al hablar de la tendencia, “nuestros datos muestran que el problema va a peor”.
La media nacional es de 15 muertes por suicidios entre cada 100.000 habitantes. En todos los estados, salvo Nevada, se registraron aumentos en el índice de suicidios. El mayor fue en Dakota del Norte, del 58%. Pero el más alto es el de Montana, con 29 casos registrados por cada 100.000 personas en 2016. Contrasta con el del Distrito de Columbia, donde fueron siete por cada 100.000 habitantes. Por edades, el incremento es significativo entre los 45 y 65 años.
Schuchat explica que es este aumento en el número de suicidios está vinculado en parte al incremento del consumo de drogas, que está provocando a su vez una espiral al alza de las muertes por sobredosis. El 31% de los individuos que fallecieron por envenenamiento tenía algún rastro de opiáceos en sus cuerpos. Junto al Alzheimer, son las tres causas de muertes que crecen en Estados Unidos. “Es algo que está entre nosotros”, insiste la doctora de la CDC.
A los pocos minutos de conocerse la muerte de Bourdain, la policía de Nueva York acudía a las redes sociales con un mensaje en el que arrancaba afirmando que el suicidio se puede prevenir. No se dirigía a las personas con problemas, si no a su entorno. “No necesitas ser un experto para ayudar a alguien”, explica la breve nota en la bitácora electrónica, “pregunta, escucha”.
Aunque no hay una causa específica para el suicidio, los datos del National Violent Death Reporting System muestran que entre los principales detonantes están los problemas sentimentales. También cita factores de tipo económico. En muchos casos están relacionados con la dificultad que tienen las personas en zonas rurales que van rezagadas en la recuperación para acceder a servicios de atención sanitaria, por falta de recursos financieros o de cobertura médica.
Las estadísticas que maneja la CDC también muestran que el alza de los suicidios es mayor en el caso de las mujeres, pero en el caso de los hombres sigue siendo entre tres y cinco veces más alto. Los veteranos de guerra son de lejos los más afectados, al representar casi dos de cada diez suicidios entre los adultos. Y aunque la agencia insiste en que es un problema que afecta a todo el mundo, la presión social y económica son las que crean las condiciones para que suceda.
Los expertos del The Poynter Institute y otras organizaciones que especializadas en la prevención de suicidios aprovechan para pedir que la cobertura mediática de los suicidios de personas famosas se haga de una manera responsable, para evitar agravar el problema. Explican que está científicamente probado que la publicación de estas informaciones, con detalles muy gráficos, crean un efecto contagio.