31 de agosto de 2021 – Miami – EFE.
Al menos cuatro muertos en los estados de Luisiana y Misisipi, extensos daños aún sin cuantificar en medio de las inundaciones y la incertidumbre sobre la restauración de la electricidad a más de un millón de consumidores es el balance de los estragos a dos días del azote del huracán Ida en la costa estadounidense en el Golfo de México.
Con un despliegue de miembros de la Guardia Nacional, la Cruz Roja y ayuda de varios estados, como Texas y Florida, avanzan las tareas de búsqueda y rescate de posibles víctimas, una de las prioridades, como también la remoción de escombros.
El sureste de Luisiana, estado declarado desde el domingo pasado como zona de desastre por el presidente estadounidense, Joe Biden, fue el más devastado por las inundaciones y los fuertes vientos del potente huracán, que destruyó buena parte del cableado eléctrico, especialmente en el área metropolitana de Nueva Orleans.
La medida del gobierno federal facilita subvenciones para albergue temporal y reparaciones de vivienda, préstamos a bajo costo para cubrir propiedades que no estén aseguradas, como también otros programas para empresarios afectados.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, recorre hoy la zonas afectadas por el huracán, entre ellas LaPlace, una comunidad en las inmediaciones de Nueva Orleans que enfrenta graves inundaciones.
El panorama en Nueva Orleans, que se mantiene por completo sin fluido eléctrico como parte de más de un millón de clientes de Luisiana, es devastador. Muchos de los postes y cables de energía están bajo aguo o enredados en los árboles, algunos de estos a medio caer
La ciudad además lamenta los destrozos de un emblemático edificio donde trabajó, vivió y lanzó su carrera artística un joven Louis Armstrong (1901-1971).