6 de mayo de 2022 – BIRMINGHAM, Alabama – Agencias.
Tyesha Jackson estaba teniendo problemas para levantarse del sofá y sabía que algo andaba mal.
Jackson, que nació y se crió en Birmingham, sabía que existía la posibilidad de que tuviera atrofia muscular espinal, un raro trastorno neuromuscular que disminuye las funciones motoras con el tiempo y dificulta las actividades cotidianas, como caminar o comer. Años antes, a su hermana le habían diagnosticado AME, lo que la había confinado a una silla de ruedas.
Hace 15 años, Jackson decidió ver si tenía AME. Las pruebas dieron positivo. Tenía 28 años y una hija de 9 años.
Después de su diagnóstico, los primeros días de Jackson fueron difíciles y dijo que lloraría mucho. No estaba segura de qué era lo siguiente para ella.
“Pensé que la gente me miraría de manera diferente”, dijo Jackson.
A lo largo de los años, Jackson experimentó síntomas leves de la enfermedad. Sin embargo, han sido los últimos tres o cuatro años que su salud ha dado un giro. No obstante, continúa trabajando para mantener su vida lo más normal posible y la de su familia.
Hoy en día, Jackson a menudo usa a su hija de 10 años, Caileigh, para que la ayude a vestirse. En la casa, a veces usa un andador, pero sobre todo, hace todo lo posible para caminar sola.
“Trato de hacer cosas”, dijo. “Estoy tratando de esforzarme para hacer cosas que no podía hacer”.
Recientemente, Jackson y Caileigh fueron a una búsqueda de huevos de Pascua en Faith Community Fellowship en Huntsville. Al cruzar un campo grande, Jackson dijo que era difícil hacer rodar su andador sobre el césped, pero se esforzó para que su hija pudiera divertirse ese día y también demostrarse a sí misma que podía hacerlo.
“Estaba cansada, pero pude lograr caminar hacia el césped”, dijo.
Jackson pasa dos horas todos los días trabajando con un fisioterapeuta y está en un régimen de Evrysdi, para ayudar a controlar su condición. Dijo que sabe que su AME seguirá empeorando, pero que está agradecida por lo que tiene y por lo que aún puede hacer.
Según el grupo Cure SMA, casi 200 personas en Alabama padecen la enfermedad.
“Rezo y doy gracias a Dios”, dijo. “Muchas personas con esto, no pueden caminar en absoluto. Doy gracias a Dios por mi discapacidad porque todavía puedo hacer cosas que otros no pueden hacer”.
La hija mayor de Jackson, Calandra, ahora tiene 24 años y dijo que su madre continúa inspirándola.
“Ella nunca pide ayuda”, dijo Calandra. “Ella quiere hacer todo sola”.
Para el Día de la Madre este domingo, Jackson no está segura de qué harán ella y sus hijas. Saben que almorzarán, pero además de eso, solo quieren disfrutar de la compañía de la otra.