30 de enero de 2025 – Hermosillo (México) – EFE.
El colectivo Buscadoras por la Paz informó el jueves sobre el descubrimiento de 35 fosas clandestinas en un cementerio del crimen organizado, ubicado cerca de un camino rural hacia la costa de Hermosillo, en Sonora, al noroeste de México. Se estima que las fosas contienen más de 50 personas desaparecidas.
Cecilia Delgado Grijalva, fundadora del colectivo, quien previamente encontró los restos de su hijo Jesús Ramón y ahora busca a su sobrino Moisés Alfonso Reynoso, explicó que recibieron llamadas anónimas que las guiaron hasta el cementerio clandestino. Las pistas indicaban que el lugar estaba más adelante, y tras varias búsquedas, encontraron las fosas.
Delgado detalló que el sitio, ubicado en la Carretera 26 entre Hermosillo y Bahía de Kino, a la altura del kilómetro 20, resultó ser un lugar adecuado para enterrar cuerpos, ya que es aislado y de difícil acceso. Además, comentó que la zona es blanda, lo que facilita la excavación de fosas sin ser detectados.
En esta búsqueda también participaron activistas de los colectivos Guerreras Buscadoras de Guaymas y Empalme, quienes ofrecieron apoyo como parte de una muestra de solidaridad. El hallazgo se produce tras otro descubrimiento ocurrido en enero de 2024, cerca de este mismo lugar, donde fueron encontradas 53 víctimas originarias del valle de Guaymas.
Synthia Maritza Gutiérrez, quien busca a su hijo Gustavo Ángel Godínez, desaparecido en 2017 en Guaymas, pidió a los criminales que dejen los cuerpos expuestos para poder identificarlos. “Es muy doloroso, pero como madres, solo queremos que nos devuelvan a nuestros seres queridos”, dijo, suplicando que los cuerpos sean dejados para que puedan ser regresados a sus familias.
Desde que se descubrió la zona el 28 de enero, ha sido revisada por peritos del Laboratorio de Inteligencia Científica Forense de la Fiscalía de Justicia de Sonora. Además, personal de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas, agentes de la Guardia Nacional y la Agencia Ministerial de Investigación Criminal también han estado presentes.
El fiscal General de Justicia en Sonora, Gustavo Rómulo Salas Chávez, confirmó el hallazgo y destacó que el proceso de extracción y análisis de los cuerpos tomará varias semanas. Será mediante pruebas de ADN que se determinarán la identidad y el número de víctimas de estas fosas clandestinas.
El trabajo de las madres buscadoras y los colectivos continúa siendo crucial en la identificación de las víctimas y en la lucha por la justicia en medio de la violencia y las desapariciones forzadas que azotan a la región. A pesar de las dificultades y el dolor, la determinación de estas mujeres sigue siendo un motor para el cambio y la búsqueda de la verdad.
Las autoridades siguen trabajando en conjunto con los colectivos para procesar la escena del crimen y obtener los datos necesarios para avanzar en la investigación. Las madres y activistas continúan su labor de búsqueda, con la esperanza de poder devolver a los desaparecidos a sus hogares.
La situación en Sonora refleja la grave crisis de desapariciones que enfrenta México, donde las madres buscadoras se han convertido en una fuerza incansable por la verdad y la justicia. Las fosas clandestinas halladas son solo una muestra más de la violencia y el sufrimiento que muchas familias siguen viviendo.
Cada descubrimiento de fosas es un recordatorio de la necesidad urgente de combatir la impunidad y fortalecer la justicia en el país. Las familias de los desaparecidos siguen exigiendo respuestas y que los responsables de estos crímenes sean llevados ante la ley.
