15 de enero de 2025 – Washington – EFE.
El senador Marco Rubio, nominado como secretario de Estado en el próximo Gobierno de Donald Trump, declaró este miércoles que no tiene “ninguna duda” de que Cuba es un país que promueve el terrorismo. Durante su audiencia de confirmación ante el Senado, Rubio señaló que la reciente decisión de la Administración de Joe Biden de retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo podría revertirse.
Rubio, hijo de exiliados cubanos, expresó con firmeza que está convencido de que Cuba cumple con todos los requisitos necesarios para ser considerado un Estado patrocinador del terrorismo. El nominado a secretario de Estado subrayó que el Gobierno cubano ha brindado apoyo a organizaciones como las FARC en Colombia y grupos islamistas como Hamás y Hizbulá.
Además, Rubio acusó al gobierno cubano de albergar “estaciones de espionaje” de naciones rivales de Estados Unidos y de tener vínculos estrechos con Irán. También señaló que Cuba ha ofrecido refugio a fugitivos de la justicia estadounidense, lo que a su juicio refuerza su papel como actor en actividades terroristas.
A pesar de sus críticas, Rubio no dio una respuesta definitiva sobre si el nuevo Gobierno de Trump volvería a colocar a Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo. Sin embargo, indicó que este es un tema que podría ser considerado por la nueva administración, dejando entrever que es una cuestión aún en discusión.
El senador aprovechó la ocasión para recordar a todos que el acuerdo reciente entre la Administración de Biden y Cuba no es irreversible ni vinculante para el nuevo Gobierno que asumirá en breve. De esta manera, sugirió que las decisiones tomadas por el presidente saliente podrían ser modificadas por el próximo mandatario.
El martes, el presidente Joe Biden tomó la decisión de retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. Esta medida se adoptó a cambio de que el Gobierno cubano liberara a más de 500 presos políticos, en un proceso facilitado por la mediación del Vaticano.
Cabe recordar que la inclusión de Cuba en la lista de países que promueven el terrorismo ocurrió en enero de 2021, poco antes de que Donald Trump dejara la Casa Blanca. Esta decisión se basó en la presencia en la isla de miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana para iniciar conversaciones de paz con el Gobierno colombiano.
La designación de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo conlleva importantes consecuencias, como la prohibición de la venta de armas al país, un control más estricto sobre sus exportaciones, restricciones en la ayuda exterior, mayores requisitos para los visados y sanciones económicas.
Cuba había sido parte de la lista desde 1982, pero salió de ella en 2015 durante el período de acercamiento impulsado por el presidente Barack Obama. Sin embargo, la política de “deshielo” fue revertida por Trump, quien impuso sanciones más severas y frenó el proceso de normalización de relaciones entre ambos países.
La retirada de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo fue un tema de debate durante los últimos días de la Administración Biden. Mientras que algunos consideraron que se trataba de un paso positivo hacia la mejora de las relaciones, otros, como Rubio, continúan defendiendo una postura más dura hacia el régimen cubano.