8 de septiembre de 2017 – México – Agencias.
México toma medidas diplomáticas drásticas contra Corea del Norte tras las provocaciones del país asiático a la comunidad internacional. El Gobierno de Enrique Peña Nieto ha declarado este jueves persona non grata al embajador norcoreano, Kim Hyong Gil, y le ha dado un plazo de 72 horas para abandonar el país. Con esta acción, el Ejecutivo mexicano busca “expresar a Corea del Norte su absoluto rechazo” a su reciente actividad nuclear. “Significa una franca y creciente violación del derecho internacional y representa una grave amenaza para la región asiática y para el mundo”, subraya en un comunicado.
“En los últimos meses, Corea del Norte ha cometido flagrantes violaciones al derecho internacional y a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU al realizar ensayos nucleares y lanzar misiles con tecnología balística de largo alcance”, añade la nota de la cancillería mexicana. “Su actividad nuclear es un grave riesgo para la paz y la seguridad internacional, y representa una amenaza creciente para las naciones de la región, incluyendo a aliados fundamentales como Japón y Corea del Sur”.
El decreto publicado este jueves en el Diario Oficial de la Federación instruye, además, a las dependencias gubernamentales mexicanas a cumplir plenamente las resoluciones de Naciones Unidas sobre Corea del Norte. El decreto mexicano da a conocer los listados del Consejo de Seguridad en los cuales se identifican personas o entidades sujetas al régimen de sanciones a Corea del Norte, en vigor desde 2006 y redobladas en las últimas semanas.
El pasado lunes, el régimen de Kim Jong-un probó con éxito una bomba de hidrógeno que podría instalarse en un misil de largo alcance. Es un paso más en su carrera nuclear: con este último ensayo —el más potente hasta ahora— ya son seis las pruebas nucleares norcoreanas. Cuatro han sido bajo las órdenes del actual presidente, que llegó al poder a finales de 2011. Y las tres últimas, en los últimos 12 meses, cada una más potente que la anterior. En paralelo, se han acelerado los lanzamientos de misiles balísticos, los cohetes que deberían ser capaces de transportar estas bombas miniaturizadas hacia su objetivo, con especial hincapié en los proyectiles de medio y largo alcance. Recientemente el régimen disparó uno que cruzó los cielos de Japón y cayó en el Pacífico tras recorrer 2.700 kilómetros.
Los avances de Pyongyang en su particular carrera nuclear han encontrado una durísima respuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha optado en varias ocasiones por subir el tono contra Corea del Norte. En plena renegociación del tratado comercial norteamericano, con la expulsión del embajador norcoreano México —uno de los más fieles aliados de la primera potencia mundial pese a los recientes vaivenes en la relación bilateral— da un paso en la misma dirección.