El presidente, Donald Trump, prometió durante su campaña electoral en 2016 que México pagaría por un muro en la frontera compartida. Ahora parece que será Puerto Rico, un territorio estadounidense, el que pagará al menos una parte del polémico proyecto.
El secretario de Defensa, Mark Esper, aprobó este martes un traslado de 3.600 millones de dólares destinados a proyectos de infraestructura militar para construir 11 tramos de vallas fronterizas a lo largo de la demarcación con México.
Este miércoles, el Departamento de Defensa ha publicado una lista de 127 proyectos militares que han sido retrasados como consecuencia del traslado de fondos para el muro de Trump. Puerto Rico ha sido una de las entidades más afectadas.
Al menos 400 millones de dólares se dejarán de invertir en la isla del Caribe, donde 10 proyectos militares de construcción han sido pospuestos, entre estos una subestación eléctrica y un campo de preparación de la Guardia Nacional, reportó la cadena NBC.
Un alto funcionario del Departamento de Defensa restó importancia al asunto y señaló que la mayoría de los proyectos en la isla, que todavía se está recuperando de la devastación del huracán María en 2017, no estaban programados para comenzar a trabajar sino hasta septiembre de 2020 como muy pronto.
“No nos vemos retrasando esos proyectos. Estamos totalmente comprometidos con esa recuperación”, dijo el funcionario.
El territorio estadounidense de Guam, una isla en el Pacífico cerca de Filipinas, que fue amenazada por misiles norcoreanos en 2017, perderá 250 millones de dólares en proyectos de construcción, dijo la agencia.
Las desviaciones de recursos también afectaron a 23 estados, con Nueva York y Nuevo México, ambos representados por demócratas, como los más afectados.
La Academia Militar en West Point en Nueva York estaría perdiendo fondos para proyectos de construcción valuados en 160 millones de dólares, adicionalmente el estado perdería 95 millones de dólares para un centro de ingeniería y 65 millones para un estacionamiento.
Nuevo México perdería fondos para una instalación de operaciones de 85 millones de dólares en la Base de la Fuerza Aérea Holloman y 40 millones para una instalación de sistemas de información en la Instalación de Misiles de White Sands.
“Visité las actuales instalaciones de capacitación de RPA en Holloman a principios de este año. El edificio se está desmoronando, con algunos equipos unidos con cinta adhesiva. Decir que esta instalación, que sostiene la capacitación del 100% de las tripulaciones MQ-9 de la Fuerza Aérea, necesita ser reemplazada con urgencia sería un eufemismo”, dijo el senador Martin Heinrich, demócrata por Nuevo México, en un comunicado.
Agregó que la instalación de prueba y evaluación en White Sands “se construyó en 1962 y recientemente se incendió. Robar fondos de estos proyectos esenciales de construcción militar, para pagar el proyecto político del presidente es un ataque desmesurado a la preparación militar y la salud y la seguridad de nuestros hombres y mujeres en uniforme”.
La desviación también golpeó a los estados donde los republicanos son mayoría. Utah, por ejemplo, está perdiendo 54 millones de dólares en fondos para dos proyectos en Hill Air Force Base.
El senador Mitt Romney, republicano de Utah, dijo que estaba “decepcionado” por la medida.
“Financiar el muro fronterizo es una prioridad importante, y el Poder Ejecutivo debería utilizar los canales apropiados en el Congreso, en lugar de desviar los fondos ya asignados de los proyectos de construcción militar y, por lo tanto, socavar la preparación militar”, dijo Romney en un comunicado.
La base del Cuerpo de Marines en Camp Lejeune, Carolina del Norte, que todavía se está recuperando del huracán Florence del año pasado, está perdiendo más de 40 millones de dólares en fondos para dos proyectos que estaban programados para principios de 2020.
El Pentágono anunció el martes que suspendería temporalmente la financiación de los 127 proyectos para utilizar el dinero para el cercado fronterizo, y tomará 1.800 millones de dólares de proyectos destinados dentro de los Estados Unidos y otros 1.800 millones de instalaciones militares en todo el mundo. La medida fue autorizada por el Secretario de Defensa Mark Esper.
Con información de TELEMUNDO y NBC