13 de agosto de 2021 – Tapachula (México) – EFE.
Unos 240 migrantes guatemaltecos deportados de Estados Unidos, procedentes de la ciudad de McAllen (Texas), arribaron el jueves 12 de agosto al Aeropuerto Internacional de Tapachula, ciudad del estado mexicano de Chiapas, para después ser trasladados a la frontera México-Guatemala.
Alrededor de las 18 horas la nave que trasladaba a los migrantes aterrizó en Tapachula y fue recibida por agentes de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM).
En un primer momento, las autoridades migratorias instalaron dos autobuses de pasajeros para que los extranjeros los abordaran para ser deportados por la frontera México-Guatemala, ubicado a unos 30 minutos de la terminal aérea de Tapachula.
Posteriormente, instalaron otros vehículos para el traslado de los migrantes y también evitar que los medios observaran la logística y la forma que eran subidos a las unidades, en medio de un discreto operativo de los agentes.
Según pudo apreciar EFE, los migrantes, mujeres y hombres que venían en el vuelo, descendieron con sana distancia y respetando los protocolos sanitarios que exige la pandemia de la covid-19.
En los autobuses, estacionados a un costado del avión, se observaron adultos, jóvenes y niños.
Este es el cuarto vuelo en esta semana procedente de McAllen que traslada a migrantes expulsados de EE. UU.
Dos hora más tardes, los cuatro autobuses, custodiados por la Guardia Nacional, arribaron a la frontera de Talismán en El Carmen, departamento de San Marcos, Guatemala.
A pesar de una fuerte lluvia, la deportación de las familias migrantes no se detuvo y llegó hasta la franja fronteriza entre México y Guatemala.
Tras pasar la aduana mexicana, los migrantes guatemaltecos permanecieron debajo de una carpa habilitada por el Ministerio de Salud hasta que pasara la lluvia y minutos después tomaron camino hacia sus comunidades.
Deportaciones rápidas
El 30 de julio, la Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, retomó de forma oficial las remociones rápidas al enviar vía aérea a indocumentados deportados a sus países de origen en Centroamérica.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó en un comunicado que “reanudó los vuelos de expulsión acelerada para ciertas familias que llegaron recientemente a la frontera sur”, las cuales fueron enviadas a Guatemala, El Salvador y Honduras.
El martes, delegaciones de México y Estados Unidos concretaron una reunión de alto nivel en la sede de la Cancillería mexicana en la que abordaron temas de migración en la región, además de seguridad en la frontera común y desarrollo económico.
Los Ángeles Times informó que los detalles de la inusual medida bilateral también comenzaron a salir a la luz poco a poco: Un funcionario guatemalteco señaló que México está enviando en autobús a guatemaltecos, hondureños y salvadoreños hacia remotos cruces fronterizos con Guatemala después de que arriban en vuelos del gobierno estadounidense.
Añadió que autobuses del Instituto Nacional de Migración de México están trasladando a esos migrantes hacia los cruces fronterizos de El Carmen y El Ceibo. Este último es particularmente remoto y cuenta con un pequeño albergue, pero no mucho más.
Guatemala no está participando en la campaña conjunta, aclaró el funcionario, quien habló a condición de guardar el anonimato porque no estaba autorizado a tocar el tema de manera pública.
El Instituto Guatemalteco de Migración confirmó posteriormente en un comunicado que grupos de migrantes habían llegado a El Ceibo y El Carmen. La agencia indicó que siempre trata de mantener un proceso de control migratorio, e hizo énfasis en la necesidad de continuar con esos controles, así como con los requisitos de salud relacionados con la pandemia. No mencionó los vuelos estadounidenses hacia el sur de México.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS por sus iniciales en inglés) confirmó la semana pasada que había comenzado a expulsar a migrantes por vía aérea hacia México en conformidad con una facultad implementada debido a la pandemia, la cual evita que los migrantes pidan asilo en la frontera.
Matthew Reynolds, el representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Estados Unidos y el Caribe, dijo que enviar de regreso a los solicitantes de asilo a sus países de origen sin una evaluación adecuada de los peligros de los que huyen representaría una violación al derecho internacional.
Limitados recursos humanitarios
Los vuelos hacia el sur de México también generan presión sobre los limitados recursos humanitarios de México y elevan el riesgo de infecciones de coronavirus, añadió Reynolds.
El miércoles 11 de agosto, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) denunció la decisión del gobierno estadounidense de trasladar vía aérea al sur de México a personas solicitantes de asilo y migrantes, principalmente de Centroamérica.
“Las personas o las familias a bordo de esos vuelos que puedan tener necesidades urgentes de protección corren el riesgo de ser devueltas a los mismos peligros de los que han huido en sus países de origen en Centroamérica”, dijo Reynolds, representante de ACNUR para Estados Unidos y el Caribe.
Reynolds explicó que los vuelos se dan bajo el Título 42, una disposición instaurada durante el gobierno del expresidente Donald Trump al inicio de la pandemia del coronavirus, que permite a Estados Unidos expulsar migrantes rápidamente bajo argumentos de salud pública.
“El Título 42 impide que personas y familias tengan acceso a los procedimientos de asilo y de identificación de sus necesidades de protección en Estados Unidos”, dijo.
El funcionario denunció que esa expulsión aumenta el riesgo de “devolución en cadena”, esto es, devoluciones sucesivas por parte de diferentes países de personas vulnerables en peligro.
Agregó que la expulsión de migrantes por esta vía pondrá también a prueba la capacidad de respuesta humanitaria en el sur de México y el norte de Guatemala, junto con un mayor riesgo de transmisión de covid-19.
Migrantes guatemaltecos
En el aeropuerto internacional de Tapachula, Chiapas (sur), fronterizo con Guatemala, la AFP constató la llegada de un avión con migrantes, entre ellos el guatemalteco Fredy Fernando, quien viajó a Estados Unidos con su esposa e hija pequeña para obtener asilo.
Los tres llegaron a ese país el lunes e inmediatamente fueron detenidos por las autoridades estadounidenses migratorias, y este miércoles fueron deportados vía aérea a Tapachula y en autobús a Guatemala.
Las autoridades estadounidenses “nos nos dieron explicaciones, solo nos tomaron la huella y nada más, no nos preguntaron ni ‘por qué vienen’, nada”, dijo Fredy al descender del autobús. “No perdemos las esperanzas de volver” a intentar ingresar a Estados Unidos, remató.
Tras la llegada del demócrata Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, se ha multiplicado el número de migrantes que intentan cruzar ilegalmente desde México, muchos de ellos menores de edad.
Para contener la migración ilegal, el gobierno mexicano tiene desplegados 27.562 efectivos de las fuerzas armadas en sus fronteras sur y norte.