4 de junio de 2025 – La Paz – EFE.
Miles de transportistas se manifestaron este miércoles en La Paz para protestar por la escasez de combustible que afecta a Bolivia desde hace semanas. La movilización, que inició en la ciudad de El Alto, reunió a conductores de sindicatos del transporte público que exigieron al Gobierno soluciones inmediatas ante la falta de diésel y gasolina, además de la creciente inflación y escasez de dólares en el país.
Los manifestantes expresaron su indignación ante la falta de respuesta del Gobierno. Representantes como Edwin Condori, de la Federación Andina de Choferes Primero de Mayo, denunciaron que las filas para conseguir combustible ya alcanzan varios kilómetros y criticaron la falta de credibilidad de las autoridades. Conductores como Abigail Mendoza compararon la situación con la crisis en Venezuela y responsabilizaron directamente al presidente Luis Arce.
Entre las demandas del sector también figura la renuncia de varios ministros y directivos de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), a quienes responsabilizan por el desabastecimiento. Líderes como Edson Valdez afirmaron que esta protesta es solo el inicio de una serie de acciones más contundentes, incluyendo una posible huelga indefinida si no obtienen respuestas concretas.
Durante la jornada, los transportistas recorrieron el centro de La Paz entre cánticos y explosiones de petardos, mientras otros grupos bloqueaban vías en la zona Sur de la ciudad, dificultando el tránsito vehicular. Estas acciones afectaron a muchos ciudadanos, quienes se vieron obligados a caminar largas distancias o a usar el sistema de teleférico, donde se formaron extensas filas.
La escasez de combustible, que persiste desde 2024, se ha intensificado en las últimas semanas. En algunas regiones, los conductores deben esperar hasta 24 horas para poder cargar sus vehículos. El Gobierno atribuye la situación, en parte, a la falta de divisas para importar carburantes, y ha solicitado al Congreso la aprobación de créditos por más de 1.600 millones de dólares para recuperar la liquidez.
Además, las autoridades de YPFB han señalado que los problemas de abastecimiento se deben también a condiciones climáticas adversas que afectan la descarga de combustible en el puerto chileno de Arica. Sin embargo, anunciaron que se prevé el ingreso de más de 2.000 camiones cisterna con carburante proveniente de países vecinos como Argentina, Chile, Paraguay y Perú para paliar la crisis.