El ministro de Asuntos Exteriores dice que Londres se ha negado a proporcionarle acceso a materiales relacionados con el ataque con gas nervioso
13 de marzo de 2018 – Moscú – Agencias.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha dicho este martes que el Gobierno británico se ha negado a proporcionar a Moscú acceso a materiales relacionados con el ataque con gas nervioso contra el exespía Serguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury, en el sur de Inglaterra el pasado 4 de marzo. Lavrov ha defendido que Moscú no es el culpable del envenenamiento del exagente y ha dicho que su Ejecutivo está listo para cooperar. También ha insistido en que su país responderá a Londres sobre el ataque contra Skripal cuando este “cumpla sus obligaciones” de acuerdo a la Convención de Armas Químicas y le entregue una muestra de la sustancia que supuestamente se empleó.
Las declaraciones de Lavrov llegan un día después de que el Gobierno británico anunciase que es “altamente probable” que Rusia sea el autor del ataque contra Skripal y su hija. La acusación la lanzó este lunes por la tarde en el Parlamento la primera ministra, Theresa May. La conclusión de Reino Unido obedece a que el ataque fue con “un agente nervioso de grado militar de un tipo desarrollado por Rusia” , según explicó May, así como al “reciente historial de Rusia de llevar a cabo asesinatos patrocinados por el Estado”. “Solo hay, pues, dos explicaciones posibles para lo que pasó en Salisbury el 4 de marzo”, añadió la primera ministra. “O bien fue una acción directa del Estado ruso contra nuestro país. O el Gobierno ruso ha perdido el control de este agente nervioso de efectos potencialmente catastróficos y ha permitido que llegue a manos de otros”.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso ha dicho este martes que Londres debe entregar pruebas a Moscú: “Reino Unido, como bien deben saber su primera ministra y su ministro de Exteriores, es miembro, al igual que Rusia, de la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas”. Y ha añadido: “En cuanto tuvo la sospecha del empleo de una sustancia prohibida, tendría que haberse dirigido inmediatamente al país de donde se sospecha que procede esa sustancia”. Además, el Gobierno ruso ha convocado este martes el embajador de Reino Unido para expresarle su malestar por las acusaciones vertidas por May: “Ya hemos dicho que es un disparate y es que Rusia no tiene nada que ver con ese caso”, ha insistido Lavrov.
Serguéi Skripal, condenado en 2006 por revelar las identidades de otros agentes rusos y refugiado en Reino Unido, fue envenenado deliberadamente con gas nervioso junto a su hija Yulia. La sustancia utilizada en el ataque, según informó este lunes May, fue identificada por los expertos del laboratorio británico Porton Down como parte de los agentes nerviosos conocidos como Novichok. “Rusia los ha producido en el pasado y entendemos que sigue siendo capaz de producirlos”, dijo la primera ministra británica.
Skripal, que se convirtió en agente doble al servicio del MI6 —inteligencia británica—, fue detenido y condenado en Rusia a mediados de la década pasada. Tras su liberación en 2010 en un intercambio de espías, recibió refugio en Reino Unido y se instaló en Salisbury. Allí, Skripal y su hija Yulia, de 33 años, que había venido a visitarlo desde Rusia, sufrieron un ataque con un gas nervioso durante una salida al centro de la ciudad para comer en un restaurante. Ambos continúan ingresados en el hospital en estado crítico. También sigue ingresado, grave aunque consciente, el agente de la policía local Nick Bailey, que acudió en primer lugar a atender al padre y la hija, que se habían desplomado sobre un banco cercano al pub The Mill, en el centro de la ciudad, al que se dirigieron después de almorzar en el restaurante italiano Sizzi.