16 de septiembre de 2024 – Hermosillo (México) – EFE.
Narcotraficantes que compiten por el control del tráfico de drogas, armas, dinero y migrantes en la frontera entre Sonora y Arizona, México-EE.UU., utilizan vehículos ‘monstruosos’ con blindaje casero en sus enfrentamientos con el Ejército y otros grupos del crimen organizado.
Francisco Sergio Méndez, delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en Sonora, explicó este sábado a EFE que estos vehículos están equipados con placas de acero y blindaje improvisado, ofreciendo gran protección a los delincuentes en los tiroteos.
“Proporcionan una gran seguridad porque, como se vio en la destrucción (de vehículos confiscados), están blindados con láminas de calibre grueso, por lo que es difícil destruirlos con armas comunes”, detalló el funcionario de la Fiscalía.
Las autoridades emplearon pinzas mecánicas de maquinaria pesada para desmantelar estos vehículos, que presentaban impactos de proyectiles de alto calibre, grafiteados con el nombre del grupo criminal al que pertenecieron e incluso con insignias de la Secretaría de Marina de México.
Estos vehículos, conocidos como “monstruos”, fueron confiscados en Sonoyta, municipio fronterizo entre Sonora y Arizona, a ‘Los Pelones’, una banda de sicarios vinculada a ‘La Chapiza’, una facción del Cártel de Sinaloa dirigida por los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
“La destrucción de estos vehículos no tiene el objetivo de mostrar cómo se construyen, sino de informar sobre el uso que les da la delincuencia organizada para cometer sus delitos”, afirmó Méndez.
El delegado en Sonora de la FGR mencionó que el Ejército, la Guardia Nacional y las academias de Policía han recibido algunos de estos vehículos para el entrenamiento de sus cadetes.
“Son una muestra significativa; ahora hay ocho o nueve ‘monstruos’ más en la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina para que los utilicen en su formación, (y aprendan) sobre el contenido y uso de estos vehículos”, agregó.
En el noroeste de México, las agencias de investigación y seguridad han descubierto grandes talleres donde los delincuentes modifican camionetas robadas con placas de acero para reforzar las áreas críticas contra armamento pesado.
Las modificaciones incluyen el área del motor, la cabina de conducción y un espacio para instalar armamento para combatir en enfrentamientos armados.
La mayoría de los vehículos “monstruo” son 4×4 o todoterreno, diseñados para cruzar terrenos difíciles en el desierto en la frontera entre Sonora y Arizona, facilitando el tráfico de armas, dinero, drogas y migrantes indocumentados para los grupos transnacionales del crimen organizado.
