10 de julio de 2024 – Ciudad de Panamá – EFE.
El Gobierno de Panamá informó este miércoles sobre el “cierre de entre cuatro y cinco rutas” en el Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, con el propósito de dirigir el flujo migratorio a través de “una ruta humanitaria” y así “facilitar la protección” de los migrantes que cruzan la selva, además de reducir su número.
El “cierre de rutas en Darién tiene el objetivo de garantizar la seguridad de los migrantes”, afirmó en un comunicado el ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, quien según la nota “confirmó que se cerraron entre cuatro y cinco rutas por donde ingresaban migrantes irregulares a Panamá, guiados por ‘coyotes’, desde Colombia”.
La semana pasada, el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) había comunicado el cierre de tres rutas.
Con esta medida se pretende concentrar el esfuerzo de las patrullas del Senafront, para que “mantengan la seguridad y combatan eficazmente a las personas que intentan cometer delitos contra los migrantes”, explicó.
“Lo que hemos buscado establecer, precisamente para respetar los derechos humanos y garantizar su vida, fue la creación de una ruta humanitaria, que comienza en Cañas Blancas, sigue por el río Tuquesa, pasa por Bajo Chiquito y llega a la comunidad de Lajas Blancas, donde son asistidos por organizaciones como Cruz Roja Internacional, Cruz Roja Nacional, Unicef, Acnur y otros”, detalló.
Ábrego también indicó que “más que cerrar la frontera, el objetivo es reducir la cantidad de migrantes que transitan irregularmente por la selva de Darién”, que solían ser cerca de mil diarios antes de que el nuevo gobierno panameño, que asumió el 1 de julio, implementara estas medidas.
Según la nota, “el informe más reciente muestra que, aunque el flujo de migrantes sigue, las medidas implementadas están logrando un control efectivo”, aunque no se proporcionaron cifras exactas.
El comunicado indicó que “muchos” de estos migrantes que atraviesan la selva no portan documentos de identidad, por lo que se utilizaron métodos alternativos como sus huellas dactilares, lo que permitió “detectar hasta 3.000 personas vinculadas a diversos delitos” y 18 tenían “vínculo con actividades terroristas y no fueron identificadas por las autoridades colombianas en su tránsito por ese país”.
Notificación a Colombia
El ministro también informó que “se ha comunicado al Gobierno colombiano sobre la implementación de una ruta segura para el tránsito de migrantes, con el fin de protegerlos de cualquier tipo de agresión”, y aclaró que “en la zona fronteriza no existe un puesto de migración conjunto entre Panamá y Colombia”.
“Por lo tanto, para cerrar las rutas de migrantes, no es necesario consultar al país vecino”, afirmó.
Además, siguiendo el acuerdo alcanzado con Estados Unidos para apoyar “el transporte aéreo de extranjeros”, el ministro reveló “que en los próximos días se coordinará con países vecinos la repatriación de migrantes irregulares, tras una serie de reuniones sobre el tema”.
Precisamente el presidente de Colombia, Gustavo Petro, había cuestionado el martes la decisión de Panamá de cerrar al menos tres de las rutas que utilizan los migrantes para cruzar el Darién, la frontera entre ambos países, y dijo que eso solo llevará a “ahogados en el mar”.
“Los alambres de púas en la selva solo conducirán a ahogados en el mar”, expresó el mandatario al responder un mensaje del expresidente colombiano Ernesto Samper, quien afirmó que el Gobierno panameño “aceptó la política de Estados Unidos de bloquear a los migrantes en las fronteras del Sur, a cualquier costo, para evitar que lleguen a la frontera norte de México y EE.UU.”.
Para Petro, “la migración se detiene eliminando bloqueos económicos y mejorando la economía del sur”.
El cierre de esas rutas no autorizadas o trochas ocurre en medio de un alto flujo de migrantes por esa selva del Darién, por la que este año han cruzado más de 195.000 personas, la mayoría venezolanos, mientras que en 2023 fueron más de 520.000, una cifra sin precedentes, según datos oficiales de Panamá.