13 de enero de 2025 – Lima – EFE.
En Perú, al menos 17 mineros permanecen desaparecidos tras un ataque ocurrido en la madrugada del domingo en una mina de la localidad de Pataz, en el norte del país. Las autoridades han desplegado maquinaria pesada y especializada para buscar a los trabajadores atrapados en el socavón. Se cree que el ataque fue perpetrado por otro grupo de mineros ilegales.
La municipalidad de Pataz, en la región de La Libertad, ha informado que ha enviado maquinaria pesada para apoyar las labores de rescate. El objetivo es encontrar a los desaparecidos en una zona conocida como anexo de Carhuabamba, que ha sido difícil de acceder debido a las condiciones peligrosas del terreno.
El alcalde de Pataz, Segundo Armas Villalobos, explicó que, a pesar de los esfuerzos de las brigadas de rescate, los mineros aún permanecen atrapados. La zona es propensa a derrumbes frecuentes, lo que complica las labores de rescate. El alcalde expresó su preocupación por la situación, señalando que es un momento muy difícil para la comunidad.
Armas Villalobos comentó que el ataque ocurrió a unos 5 kilómetros de la zona urbana del distrito y que se necesita más maquinaria, herramientas, madera y personal capacitado para continuar con las labores de rescate en el interior del socavón. Además, se desconoce si la mina es legal o si está en proceso de formalización.
La empresa minera Poderosa, que opera en la zona, denunció que presuntos mineros ilegales detonaron tres cargas de explosivos que destruyeron una torre de alta tensión en Pataz. Esta es la torre número 15 que ha sido destruida en los últimos cuatro años en la misma localidad.
Poderosa informó que, a pesar de los daños, su plan de contingencia permitió restaurar el servicio eléctrico el mismo día del ataque. Sin embargo, la empresa también mencionó que, paralelamente a la destrucción de la torre, 17 trabajadores de una mina ilegal en la quebrada de Carhuabamba fueron secuestrados por otro grupo de mineros ilegales.
La minera recordó que, en los últimos cuatro años, ha sufrido varios ataques similares, que han resultado en la muerte de 18 de sus trabajadores a manos del crimen organizado. Estos hechos son parte de una creciente ola de violencia en la región.
La minera atribuye esta escalada de violencia a la vigencia del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), una medida que permite la coexistencia de empresas mineras formales y mineros ilegales en las mismas áreas de extracción. Esta situación ha incrementado los conflictos en yacimientos de oro y otros metales en la localidad de Pataz.
La situación en Pataz refleja los problemas graves de inseguridad y falta de control en las áreas mineras del país. Las autoridades locales y las empresas continúan luchando por reducir la violencia y la actividad minera ilegal en la región.