29 de octubre de 2025 – Salud – Agencias.
Un extenso estudio llevado a cabo en el Reino Unido con más de 33.000 adultos que caminaban menos de 8.000 pasos al día concluyó que la manera en que se dan esos pasos podría ser tan crucial como la cantidad total de ellos. Esta investigación buscó determinar si el patrón de movimiento, ya sea en ráfagas cortas o sesiones de caminata más largas, influye en el riesgo de muerte por cualquier causa o en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (ECV).
El estudio se centró en adultos que tenían una actividad física baja, con menos de 8.000 pasos diarios, para explorar si el patrón de caminar afectaba su riesgo de mortalidad o de desarrollar ECV, independientemente del número total de pasos. La enfermedad cardiovascular, un grupo de afecciones que afectan el corazón y los vasos sanguíneos como la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardíaca y el accidente cerebrovascular, sigue siendo la principal causa de muerte a nivel mundial.
Factores de estilo de vida como la inactividad física, la mala alimentación y el tabaquismo son determinantes en el desarrollo de estas enfermedades. Debido a que caminar es una forma de ejercicio accesible y común, los investigadores están analizando cada vez más cómo los patrones de caminata influyen tanto en la salud cardiovascular como en la salud general de las personas.
El análisis de los datos reveló que aquellos participantes que tendían a caminar en periodos más largos y continuos experimentaron una menor probabilidad de muerte y de desarrollar ECV en comparación con quienes acumulaban la mayoría de sus pasos en intervalos cortos y breves. Estos hallazgos fueron publicados en la revista Annals of Internal Medicine.
Para realizar la investigación, los científicos analizaron datos de 33.560 adultos que participaban en el Biobanco del Reino Unido, un proyecto de seguimiento a largo plazo. Los participantes se clasificaron según la duración habitual de sus sesiones de caminata: menos de 5 minutos, de 5 a menos de 10 minutos, de 10 a menos de 15 minutos, y de 15 minutos o más. En promedio, los participantes caminaron 5.165 pasos al día.
Los riesgos de mortalidad y resultados cardiovasculares mostraron una clara diferencia: el riesgo de muerte por todas las causas a 9,5 años fue del 4,36% para quienes caminaban en periodos de menos de 5 minutos, mientras que se redujo significativamente a solo el 0,80% para aquellos con sesiones de 15 minutos o más. Para la enfermedad cardiovascular, el riesgo también fue mucho más alto, un 13,03%, en el grupo de caminatas más cortas, disminuyendo drásticamente al 4,39% en el grupo de caminatas de 15 minutos o más.
Estos hallazgos son importantes, especialmente para personas sedentarias o con baja actividad. Los resultados sugieren que las recomendaciones de actividad física deben enfocarse en la incorporación de sesiones de caminata más largas y con un propósito en las rutinas diarias para optimizar los beneficios para la salud y reducir los riesgos de mortalidad y enfermedad cardiovascular.
































