7 de octubre de 2022 – Washington – EFE.
Las autoridades escolares de Uvalde (Texas), donde 19 niños y 2 maestros murieron en un tiroteo en mayo pasado, decidieron este viernes retirar de sus tareas a todos los agentes de seguridad en dicho distrito.
La matanza en la Escuela Elemental Robb ha desatado una ola de críticas por la falta de acción rápida y coordinación de la policía escolar, los agentes de policiales estatales y otros oficiales que respondieron al tiroteo.
Sin ahondar en las causas, un comunicado del Distrito Escolar Independiente de Uvalde (CISD) detalló hoy que los tenientes Miguel Hernández y Ken Mueller fueron puestos en “licencia administrativa”, y que otros agentes empleados por el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, en inglés) serán asignados a otras tareas en el distrito.
El comunicado añadió que Mueller, quien era el director de servicios estudiantiles, ha decido retirarse.
La suspensión colectiva “es resultado de acontecimientos recientes” mientras que la Asociación de Jefes de Policía de Texas e investigadores privados siguen analizando las acciones policiales durante el ataque.
“El Distrito mantiene su compromiso de resolver los asuntos pendientes con evidencias verificables”, indicó el comunicado.
El jueves, las autoridades escolares ya habían despedido a Crimson Elizondo como guardia escolar después que la cadena CNN de televisión indicara que ella había sido una de los primeros agentes policiales que llegaron al sitio del ataque, pero permaneció la mayor parte del tiempo fuera del edificio.
Según el informe de CNN, la cámara corporal que Elizondo usaba ese día la captó diciendo: “Si mi hijo hubiera estado allí, yo no habría estado afuera. Te lo prometo”.
El jefe de la Policía Escolar de Uvalde, Pete Arredondo, fue despedido en agosto pasado.
Según una investigación de la Cámara de Representantes de Texas, 376 agentes de diversas agencias de la ley respondieron al tiroteo antes de que mataran al atacante.
Los oficiales tenían pistolas, rifles y chalecos antibalas, pero aun así esperaron más de una hora para confrontar al autor del tiroteo, Salvador Ramos, de 18 años.