18 de noviembre de 2024 – EE.UU. – EFE.
Casi una cuarta parte de Ucrania está plagada de minas antipersona, lo que la convierte en uno de los países más afectados por este tipo de armas, según informó Rosemary DiCarlo, subsecretaria general de la ONU para Asuntos Políticos, en una sesión del Consejo de Seguridad. El informe se presentó al cumplirse mil días del inicio de la guerra en Ucrania.
DiCarlo leyó el mensaje en nombre del secretario general de la ONU, António Guterres, quien se encontraba en la Cumbre del G20 en Río de Janeiro. La situación en Ucrania es devastadora, no solo por las pérdidas humanas, sino también por el daño material y social que ha causado el conflicto.
Desde el inicio de la guerra, se han registrado 12.164 muertos, miles de heridos y desplazados. Aproximadamente 4 millones de personas han sido desplazadas dentro de Ucrania, y 6,8 millones más han huido al extranjero. Además, la guerra ha causado la destrucción de infraestructuras clave, como la presa de Kajovka, cuyo colapso ha afectado gravemente la agricultura, un sector vital para la economía ucraniana.
La educación de una generación entera de niños también está en riesgo, ya que muchas escuelas han tenido que operar de manera virtual o se han refugiado en sótanos para protegerse de los bombardeos. Hasta el momento, se han destruido o dañado gravemente 1.358 escuelas en todo el país.
El sector de la salud también ha sido duramente afectado, con 580 establecimientos médicos destruidos o dañados por los ataques. Estos ataques han causado numerosas bajas entre el personal médico y paramédico, lo que agrava aún más la crisis humanitaria.
Aunque podría parecer que la guerra se ha estancado tras mil días de enfrentamientos, DiCarlo destacó que los combates han empeorado drásticamente en octubre y noviembre. En esos meses, se han producido algunos de los ataques más intensos de todo el conflicto, aumentando el sufrimiento de la población.
Uno de los ataques más mortales ocurrió el pasado fin de semana, cuando Rusia lanzó 120 misiles y 90 drones contra diversas infraestructuras en Ucrania, causando daños graves y numerosas víctimas. Estos ataques representan una escalada significativa en el conflicto, con consecuencias devastadoras para el país.
Con la llegada del invierno, la situación para los ucranianos podría empeorar aún más, especialmente después de los intensos ataques rusos que han dañado gravemente la infraestructura energética del país. Más de dos millones de personas han sufrido daños en sus hogares debido a estos ataques, lo que complica aún más la vida cotidiana en Ucrania.
