Los líderes palestinos rechazan las presiones y se oponen a la mediación de EE UU
25 de enero de 2018 – Davos (Suiza) / Jerusalén – Agencias.
El presidente Donald Trump amenazó este jueves en Davos con cortar la ayuda económica que Estados Unidos presta a Palestina si sus líderes no vuelven a la mesa de negociaciones con Israel. El mandatario estadounidense hizo este anuncio tras su encuentro en el foro económico mundial con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Sus palabras tenían ecos de represalia por el “desaire” de los palestinos al negarse a recibir a su vicepresidente, Mike Pence, en su reciente viaje a la región.
El presidente de EE UU ha dejado patente que el desprecio sufrido por Pence tendrá consecuencias para los palestinos. “Les damos cientos de millones de dólares, y dicen que no hablamos con ellos. Está bien, hablemos de esto”, adujo este jueves Trump. “Nos han tratado de forma despectiva hace una semana, al no permitir que nuestro gran vicepresidente se entrevistara con ellos, y les seguimos dando cientos de millones de dólares en ayuda, unos números tremendos, eso no hay quien lo entienda”, ha rematado. “Ese dinero está encima de la mesa y no les va a ser entregado hasta que se sienten a negociar la paz”.
La declaración de Trump del pasado 6 de diciembre para reconocer a Jerusalén como capital de Israel acabó de resquebrajar las relaciones entre Washington y la Autoridad Palestina, que aspira a que la parte oriental de la Ciudad Santa sea la capital de su futuro Estado. Su presidente, Mahmud Abbas, definió la medida unilateral de la Casa Blanca como “una bofetada en la cara” que descartaba a EE UU como mediador imparcial. La congelación parcial de las aportaciones económicas estadounidenses a la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, adoptada la semana pasada por la Casa Blanca, acabó de consumar la ruptura diplomática.
Sin entrar en detalles, Trump ha aseverado que su equipo ha elaborado ya un borrador de acuerdo. “Tenemos un plan de paz. Es una gran propuesta para los palestinos. Creo que es también una buena propuesta para Israel, ya que cubre muchas materias que han sido objeto de discusión durante años”, ha afirmado. El presidente ha sostenido en el foro de Davos que “Israel ha expresado la voluntad de alcanzar la paz, y ellos [los palestinos] van a tener que hacerlo también”.
Finalmente, ha reconocido que había tomado la decisión de sacar la cuestión de Jerusalén de la mesa de diálogo porque las partes “nunca habían podido avanzar [sobre el estatuto final de la ciudad]; así ya no habrá que volver a hablar más de ello”. Esta puntualización contradecía el discurso pronunciado el martes por el vicepresidente Pence ante la Kneset, el Parlamento israelí, en el que aclaró que los límites territoriales definitivos de Jerusalén aún deben ser pactados.
Punto para Netanyahu
Trump se ha dirigido más tarde a Netanyahu: “Has ganado un punto, pero tendrás que ceder algunos puntos más adelante en las negociaciones, si acaban celebrándose”. “No sé si podrán tener lugar alguna vez”, ha reflexionado en voz alta el presidente estadounidense antes de sacar pecho por su decisión de trasladar la Embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén. “Ellos [los líderes palestinos] van a tener que respetar el proceso de conversaciones”, ha concluido.
Tras conocer el contenido del anuncio de Trump en Davos, los dirigentes palestinos han reaccionado en cadena rechazando las presiones del presidente para devolverles a la mesa de diálogo. “Negarse a recibir al opresor [en alusión al boicot palestino a la visita de Pence] no es faltar el respeto, es respetarse a sí mismo”, le ha respondido en primer lugar Hanan Ashrawi, histórica dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), citada por France Presse.
El embajador ante Naciones Unidas, Riad Mansur, ha recalcado ante el Consejo de Seguridad que “no se puede poner precio a los derechos y la dignidad de un pueblo”. El secretario general de la OLP y jefe negociador palestino, Saeb Erekat, ha considerado que Trump estaba “chantajeando al pueblo palestino por luchar por su libertad (…) de acuerdo con la ley internacional y las resoluciones de la ONU”. La presidencia de la Autoridad Palestina ha cerrado con un tajante comunicado la oleada de réplicas: “Si Jerusalén ha quedado fuera de la mesa de negociaciones, Estados Unidos ya no tiene sitio en esa mesa”.