El presidente sugiere que le investigan por “obstrucción a la justicia” y apunta que la declaración se producirá en dos o tres semanas
25 de enero de 2018 – Washington – Agencias.
Donald Trump se verá cara a cara con el fiscal que investiga la trama rusay responderá a sus preguntas bajo juramento. El presidente de Estados Unidos aseguró este miércoles en un encuentro improvisado con periodistas, poco antes de partir a la cumbre de Davos, que estará encantado de declarar ante Robert Mueller, el hombre que intenta esclarecer si hubo connivencia entre el equipo de Trump y Moscú para interferir en las elecciones presidenciales de 2016. La declaración pareció una improvisación marca Trump, ya que los abogadores se apresuraron a matizar después que la entrevista no se debe dar aún por segura.
“Me encantaría hacerlo y lo haría tan pronto como fuera posible, bajo juramento, por supuesto”, dijo Trump en la Casa Blanca, y apuntó que la entrevista tendrá lugar en un plazo de dos o tres semanas. También dejo entrever que la investigación sobre él se centra sobre todo en si hubo por su parte “obstrucción a la justicia”, sospecha que espoleó cuando despidió a James Comey como director del FBI el pasado mayo, cuando estaba dirigiendo la investigación sobre el caso. Mueller también ha puesto la mira en las finanzas de Trump, según la prensa estadounidense, reclamando información sobre las cuentas y préstamos recibidos por Trump y la familia en busca de algún tipo de conexión rusa.
Los servicios de inteligencia de EE UU dieron por seguro hace más de un año que el Kremlin había interferido en las elecciones presidenciales mediante una serie de ciberataques y campañas de propaganda para dañar la imagen de Hillary Clinton y favorecer la llegada de Trump a la Casa Blanca. Moscú siempre ha negado esta acusación. Y lo que el fiscal de la trama rusa y el Congreso estadounidense están investigando en paralelo es si, además, hubo conchabanza entre Rusia y el círculo de Trump en dicha estratagema, algo que el magnate neoyorquino niega tajantemente.
El caso dio un giro cuando el pasado 9 de mayo el presidente cesó a Comey en plena investigación de las injerencias. Lo justificó alegando que se lo había recomendado el fiscal general adjunto, Rod Rosestein, por su gestión del caso del servidor privado de correo de Hillary Clinton, pero luego admitió que le había influido el caso ruso. Comey compareció en el Congreso y dijo que el presidente “quería obtener algo” a cambio de mantenerle en el puesto y que le despidieron por sus resistencias en la investigación de la trama rusa.
Este miércoles Trump se mostró convencido ante los periodistas de que le investigan por luchar contra las acusaciones de colusión, que varias veces ha calificado de “caza de brujas”. “¿Contraatacas? Vale, es obstrucción”, dijo el presidente. Según The Washington Post, el equipo de Mueller ha informado a los asesores legales del republicano que las preguntas girarán en torno al despido de Comey y también de Michael Flynn, el exconsejero de Seguridad Nacional que tuvo que dimitir en febrero de 2017 al revelarse que mintió sobre una reunión con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak.
Mueller ya interrogó a Comey en 2017 y al fiscal general de EE UU, Jeff Sessions, a primeros de año, según distintos medios estadounidenses. Sessions se inhibió del caso al descubrirse reuniones no comunicadas con cargos rusos. En paralelo, el equipo legal de Flynn comunicó a los abogados del presidente que dejaría de colaborar con la Casa Blanca compartiendo información con ellos acerca de la investigación, lo que podría significar un pacto del exconsejero de Seguridad con los investigadores.
Las palabras de Trump sobre ese posible interogatorio ponen fun a la incertidumbre que había al respecto, anque el abogado de la Casa Blanca Ty Cobb matizó poco después que el presidente no estaba confirmando el encuentro. “Está preparado para reunirse con ellos, pero seguirá el consejo de su abogado personal”, publicó The New York Times citando a Cobb.