El presidente asegura que nunca dijo “nada sobre la raza”
25 de septiembre de 2017 – Agencias.
El presidente Donald Trump se preparaba para ejercer su músculo con los políticos del Congreso, a los que quería convencer de que le apoyasen con la reforma de impuestos y el último intento de resucitar su reforma sanitaria. Entonces, hizo un “parón” el viernes para a un acto de campaña en apoyo del senador Luther Strange en Huntsville (Alabama), estado conservador cuya historia está ligada a las revueltas por la lucha de derechos civiles.
En un principio, el presidente echó mano de las viejas frases de campaña que tanto funcionaron para conseguir la Casa Blanca. Cargó contra México y recuperó las frases del muro en la frontera. Además, para deleite de los asistentes, les confesó que tenía la sensación de haber nacido en Alabama. Mientras, se escucharon abucheos contra el senador republicano de Arizona John McCain e incluso el viejo cántico de “que la encierren, que la encierren” en referencia a la ex candidata Hillary Clinton, a la que Trump volvió a llamar “corrupta”.
Entonces, el presidente resucitó una controversia que empezó el jugador “quaterback” de fútbol americano Colin Kaepernick, de los San Francisco 49ers el año pasado. Fue cuando decidió arrodillarse cuando sonó el himno estadounidense, que se escucha antes de los partidos, en señal de protesta por la violencia policial contra la comunidad afroamericana. Sólo Trump, que ha reconocido sorprenderse de lo bien que han funcionado en los mítines de campaña sus ataques, sabe si tenía previsto cargar contra los jugadores de fútbol americano. Quizá, se le ocurrió sobre la marcha como ha pasado con otros asuntos. Pero, sin duda, sus palabras han empezado un pulso entre la NFL (Liga Nacional de Fútbol, por sus siglas en inglés) y el presidente después de que el viernes atacase primero a los entrenadores y después a los jugadores. “No os gustaría ver a uno de estos dueños (de los equipos) de la NFL, cuando alguien muestra faltas de respeto a nuestra bandera, decir: “Saca a ese hijo de perra del campo ahora mismo. Fuera. Está despedido”, indicó en el acto de campaña del senador republicano Luther Strange, el cual se presenta en unas elecciones especiales la semana que viene para quedarse con el asiento que dejó vacante el anterior senador conservador Jeff Sessions, ahora fiscal general del Estado, que también ha tenido enfrentamientos con el presidente.
Entonces, siguió con sus ataques: “La audiencia de la NFL ha bajado”, criticó el presidente que pidió a los asistentes a los partidos que se marchasen en señal de protesta. De este forma, volvió a enfrentarse a esta liga, con la que ya tuvo diferentes tensiones hace años durante la compra de uno de sus equipos.
Estos días Trump ha continuado con los ataques a los deportistas de diferentes competiciones. Incluso, le retiró una invitación al jugador de baloncesto a la Casa Blanca Stephen Curry, estrella de la NBA por no levantarse tampoco cuando suena el himno.
Mientras, el domingo más de 200 jugadores de fútbol americano decidieron no levantarse al oír el himno. Mientras los entrenadores optaron por encadenarse con los brazos con los jugadores.
Ayer el presidente intentó a su manera rebajar la tensión, al afirmar que estaba de acuerdo con entrelazarse los brazos. En cambio, negó que sus comentarios hubiesen provocado tensiones raciales: “Nunca dije nada sobre la raza”.