Los fuegos que desde el 4 de diciembre asuelan la región han obligado a evacuar a 230.000 personas
8 de diciembre de 2017 – San Francisco – Agencias.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este viernes el estado de emergencia en California debido a la ola de incendios que desde el 4 de diciembre asuela la región y que ha obligado a las autoridades a evacuar a cerca de 230.000 personas en la franja que une San Diego con Santa Bárbara y el sur de Los Ángeles. El viento sigue siendo una amenaza para los próximos días.
La medida anunciada por Trump sirve para activar protocolos de emergencia así como ayudas y reclamaciones a los seguros una vez pasada la crisis. El republicano también tomo la decisión durante los incendios en los alrededores de San Francisco del pasado octubre.
Jerry Brown, gobernador de California, también declaró la misma medida en cuatro condados, a la vez que dio la orden de convertir las escuelas operativas en refugios para los evacuados.
Este viernes es el quinto día de este desastre que ha obligado a cerrar colegios y oficinas estatales para evitar daños mayores. La insistencia del viento ha extendido los incendios hasta cerca de la zona universitaria de Santa Bárbara, donde ya han arrasado más de 200 millas cuadradas, el equivalente a 51.799 hectáreas.
San Diego, ciudad fronteriza con México, es el núcleo urbano más afectado. Solo en la zona del norte del condado de San Diego, el fuego ha quemado más de 1.000 hectáreas, derribado una veintena de estructuras y dejado, al menos, dos heridos.
El condado de Ventura es otro de los que están especialmente castigados. Más de 400 edificios han ardido y 85 estructuras han quedado gravemente dañadas. “El incendio sigue quemando a su paso, con este viento es complicado”, han declarado las autoridades de la zona en su web a primera hora del viernes. Fred Burris, el líder de los bomberos, ha puesto especial atención en proteger la autovía 150 y dos localidades vulnerables: La Conchita y Carpintería, un lugar popular de recreo con más de 8.000 habitantes fijos. “Nunca hemos visto un fuego que se mueva a esta velocidad”, describe.
La previsión del Servicio Nacional de Meteorología (National Weather Service, NWS, en inglés) es que el sábado amainen los vientos y puedan sofocar la zona con efectividad. Para el domingo la previsión es de lo más pesimista, tiempo seco y con brisa constante.
Solo en Los Ángeles, la ciudad más poblada de la costa oeste, son más de 100.000 los desplazados. Las autoridades insisten en que pronto podrán volver a sus hogares.
Esta serie de incendios no responde tanto a la sequía, como podría parecer, sino a una combinación de factores. La última primavera sí fue lluviosa, una circunstancia que hizo crecer la maleza y vegetación de bajo monte. El cálido verano y un otoño especialmente alto en temperaturas, junto con el viento, han propiciado la situación.
Los incendios han dejado en 2017 en California 45 víctimas mortales, en el que ha sido el año con peores incendios forestales en el Estado desde que se tienen registros, tanto por el número de muertos y heridos como por la superficie arrasada. Los primeros fuegos comenzaron en abril, y los más mortíferos fueron los de octubre, por los que también se decretó el estado de emergencia en la zona.