21 de marzo de 2025 – Nueva York – EFE.
El gobierno de Donald Trump despidió este viernes a la mayoría de la rama de derechos civiles del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), desmantelando casi por completo estos servicios y los relacionados con inmigración. La decisión fue reportada por varios medios de comunicación de EE. UU.
Más de cien empleados fueron notificados de que tienen 60 días para encontrar otro empleo dentro de la Administración, o serán despedidos en mayo, según fuentes de The New York Times. Esta medida afecta principalmente a las agencias encargadas de supervisar los derechos civiles de los inmigrantes.
La rama despedida incluye la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles, la Oficina del Defensor del Pueblo para la Detención de Inmigrantes y la Oficina del Defensor del Pueblo para Servicios de Ciudadanía e Inmigración. Estas agencias eran responsables de monitorear las políticas migratorias y proteger los derechos de los inmigrantes.
Estas tres agencias, que contaban con aproximadamente 300 empleados, investigaban quejas y defendían los derechos de los inmigrantes, gestionando temas como las condiciones en los centros de detención, el trato a menores migrantes y las demoras en los procesos de residencia y ciudadanía.
El DHS argumentó que estas oficinas, en lugar de apoyar las políticas de cumplimiento de la ley, funcionaban como obstáculos internos que dificultaban las operaciones. Según el departamento, las oficinas contribuyeron a ralentizar la aplicación de la ley migratoria debido a la burocracia que generaban.
Tricia McLaughlin, portavoz del DHS, expresó que estas oficinas “han obstaculizado la aplicación de la ley migratoria”, y que las medidas tomadas eran necesarias para eliminar obstáculos internos que impedían cumplir con las misiones del departamento. Aseguró que el compromiso con los derechos civiles sigue siendo una prioridad.
El DHS también destacó que estas reducciones permitirían redirigir los recursos hacia las áreas clave del departamento, como la seguridad fronteriza y el control migratorio. La reestructuración buscaba optimizar el uso de los fondos públicos para cumplir con las metas principales del gobierno.
Esta acción es parte de un esfuerzo más amplio del presidente Trump para eliminar las divisiones relacionadas con los derechos civiles y las estructuras internas de supervisión en las agencias gubernamentales de EE. UU., especialmente en lo que respecta a la inmigración y la seguridad fronteriza.
