El Gobierno de López Obrador responde que no aceptará ataques contra su soberanía
27 de noviembre de 2019 – Ciudad de México – Agencias.
El cártel de Sinaloa, el cártel Jalisco Nueva Generación y el resto de grupos de narcotráfico en México tendrán la misma categoría que Al Qaeda o el ISIS. El presidente de Estados Unidos anunció su intención de incluir a los cárteles mexicanos en la lista negra de organizaciones terroristas tras un reciente episodio de violencia extrema contra ciudadanos estadounidenses que residían al sur de la frontera. Una medida inédita de consecuencias aún inciertas que el gobierno mexicano se ha apresurado a rechazar. “Cooperación sí, intervencionismo no”, respondió, lacónicó, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
Donald Trump adelantó su decisión el martes en una entrevista radiofónica con el periodista conservador Bill O’Reilly. “Sí, designaré a los cárteles, absolutamente”, señaló el mandatario que reconoció que lleva trabajando en la medida tres meses porque “el proceso no es fácil”.
El anuncio de Trump llega dos días después de que Bryan LeBarón registrara una petición oficial en la Casa Blanca para que Estados Unidos considerase terroristas a los grupos narco mexicanos, después de que varios miembros de su familia, seis niños y tres mujeres, fueran brutalmente asesinados en el norte de México, presuntamente a manos de una organización criminal. Los LeBarón son una conocida comunidad binacional asentada entre los estados de Sonora y Chihuahua y tras la matanza del 4 de noviembre Trump insinuó que podía mandar tropas al sur de la frontera para eliminar a los cárteles.
Aunque el asesinato de los LeBarón parece haber acelerado los hechos, el tema no es nuevo y el pasado mes de marzo el presidente Trump ya afirmó que estaba considerando incluir a los cárteles en esta lista. Después los congresistas republicanos Mark Green y Chip Roy enviaron una carta al Secretario de Estado Mike Pompeo con la misma petición.
En México la reacción del gobierno ha sido inmediata y como suele ocurrir en los desacuerdos con Estados Unidos ha quedado en manos del titular de Exteriores Marcelo Ebrard quien señaló que “México no admitirá nunca acción alguna que signifique violación a su soberanía nacional” y que ya se encuentra en comunicación con el gobierno de Estados Unidos.
No queda claro, sin embargo, que implicaciones tendrá la medida, que suele aplicarse para declarar ilegal organizaciones como Hamas o Al Qaeda y “avisar a otros países, simpatizantes o posibles donantes de que serán perseguidos” si colaboran con ellas, dice a La Razón Brian Phillips, experto en terrorismo del Centro de Investigación y Docencia Económicas situado en Ciudad de México. “No tengo claro cómo puede ser útil con grupos criminales que ya son ilegales”, añade.
La decisión va a implicar que funcionarios de los departamentos de Estado y del tesoro en Estados Unidos cambien sus prioridades y dejen de prestar atención al Estado Islámico o Al Qaeda para centrarse en las operaciones de los cárteles mexicanos. “Debe haber más colaboración para atacar el lavado de dinero y los flujos financieros de estos grupos, pero dudo que la designación como Organización Terrorista Extranjera ayude”, explica Phillips, que considera más útil otro tipo de medidas como regulaciones más exhaustivas a los bancos.
El analista ve una clara intención de Trump de enviar una señal a su base política de que “está haciendo algo”, con las elecciones presidenciales en 2020, el muro en la frontera sin construir y un proceso de destitución presidencial en marcha. “Entiendo la preocupación de México. La medida sugiere que el gobierno estadounidense prefiere una respuesta antiterrorista al crimen organizado por encima de un enfoque policial y judicial. Cuando Estados Unidos aplica un enfoque antiterrorista suele actuar con drones o tropas sobre el terreno, aunque no necesariamente tiene que ocurrir eso”.