El temblor más grande de los últimos 20 años tuvo su epicentro en un área poco poblada del desierto de Mojave, a unos 240 kilómetros al noreste de la ciudad
4 de julio de 2019 – Los Ángeles, California – Agencias.
Un terremoto de magnitud 6.4 en sacudió este jueves en el sur de California y se pudo sentir en todo el área de Los Ángeles, a más de 300 kilómetros del epicentro. La tierra tembló a las 10:33 locales cerca de Ridgecrest, una localidad en una zona relativamente despoblada del interior de California. Una hora después se habían contabilizado hasta 11 réplicas. El terremoto fue registrado en un principio como magnitud 6.6 por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Una hora y media después del movimiento inicial se habían registrado ya 50 réplicas, algunas de magnitud superior a 4.0.
Se trata del terremoto más importante que se haya sentido en las grandes ciudades de California desde el que afectó Napa con una magnitud de 6.0, que sacudió todo San Francisco de madrugada en 2014. En aquella ocasión, el derrumbe de algunas estructuras provocó decenas de heridos. Media hora después del terremoto de este jueves en Ridgecrest las autoridades no habían confirmado daños personales. Las infraestructuras críticas de la zona, como los aeropuertos y las conducciones de agua y luz, funcionaban con normalidad.
Este terremoto, sin embargo, es el más grande en el sur de California desde el que se produjo en 1999 en el desierto de Mojave, con una magnitud 7.1. Inmediatamente informativos y redes se han llenado de señales de alarma en la mañana de la Fiesta Nacional de Estados Unidos, cuando la mayoría de las casas preparan barbacoas. La última vez que esta zona sintió un terremoto de una magnitud parecida fue en 1994, en Northridge, al norte de la ciudad. Se trata de uno de los terremotos más destructivos de California: provocó 57 muertos y destruyó varias autopistas. La cultura popular de Los Ángeles calcula que hay un gran terremoto cada dos décadas.
El sur de California es una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Hay miles de terremotos al día, la mayoría de ellos imperceptibles. California lleva años preparándose para el llamado Big One, el gordo, que sería un terremoto en la falla de San Andrés. Se trata de una falla gigante que recorre desde la frontera con México, en vuelve la ciudad de Los Ángeles y pasa por San Francisco.
La sismóloga Lucy Jones, de la Universidad Tecnológica de California en Pasadena, tuiteó poco después del terremoto de este jueves que no se trataba de la falla de San Andrés. La aclaración es pertinente porque la preocupación popular es que cualquiera de estos terremotos pueda provocar un movimiento en la falla que desencadene el big one. La falla de San Andrés tiene tensión acumulada para provocar un terremoto en cualquier momento entre ahora mismo y los próximos 100 años.
El terremoto se produjo muy cerca de la superficie, explicó Jones en una conferencia de prensa, lo que explica que se sintiera tan lejos del epicentro. Jones dijo que el temblor probablemente ha producido una ruptura en la superficie. Una hora después del terremoto los sismólogos aún no habían llegado a Ridgecrest para comprobarlo. Jones añadió que la magnitud en la zona de Los Ángeles había sido alrededor de 3.0, por lo que era “extremadamente improbable” que hubiera daños en estructuras.
El hecho de que se trate de una zona tan poco poblada permitió limitar los daños. El epicentro está muy retirado de las grandes ciudades de California, rodeado de áreas despobladas como el desierto de Mojave y los parques nacionales de Sequioia y Death Valley.
A pesar de la ausencia de daños, el que ya ha sido bautizado como terremoto del 4 de julio desató la inquietud en toda la zona de Los Ángeles porque hace años que no se siente ninguno con esta intensidad. Jones advirtió de que habrá réplicas a lo largo del día. “Vamos a ver más réplicas. Hay una alta probabilidad de que haya una que llegue a mangitud 5.0 esta tarde”, advirtió Jones. “Este terremoto es normal” en términos históricos, recordó Jones. “Si te mudaste al sur de California en los últimos 10 años has vivido una época extremadamente tranquila en los que se refiere a terremotos”.