El sospechoso, que además de causar víctimas fatales dejó cuatro heridos, está bajo custodia policial, según los medios locales
1 de mayo de 2019 – Washington – Agencias.
Minutos antes de las seis de la tarde de este martes los alumnos de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte recibieron una alerta a través de Twitter: “Disparos reportados cerca del edificio Kennedy. Corre-escóndete-pelea. Asegúrate de inmediato”. La institución movilizó a su comunidad por un tiroteo que se produjo a las 17.45 horas, según Reuters, y que dejó al menos dos muertos y cuatro heridos. La prensa local informó casi una hora después de que se abriera el fuego de que el sospechoso está bajo custodia policial.
La Agencia de Servicios Médicos de Emergencia del condado de Mecklenburg dijo en Twitter que dos personas fueron encontradas muertas en el lugar, otras dos tienen lesiones que ponen en peligro su vida y otras están heridas, pero fuera de peligro. Aclaró que los números podrían cambiar.
Sam Rice, un estudiante de último año, dijo a Spectrum News que estaba en la biblioteca estudiando para un examen final cuando escuchó a la gente gritar “tirador, tirador” y a la policía gritando para que la gente se agachara. Estaba “esperando que alguien nos dijera que todo iba a estar bien”, narró el testigo, que solo pudo describir su estado como “en shock”. La institución educativa ordenó a través de las redes sociales a los estudiantes y al personal a “permanecer en un lugar seguro” y estar pendientes de su correo electrónico y del sitio web de la universidad. Una portavoz del Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenberg confirmó que había habido un tirador activo en la universidad, pero se negó a dar más información.
La Universidad de Carolina del Norte en Charlotte, la ciudad más grande del Estado, tiene más de 26.500 estudiantes y alrededor de 3.000 profesores y personal. Las tomas aéreas de los medios de televisión locales mostraron a los agentes de la policía dirigiéndose a toda velocidad hacia un edificio y a los estudiantes caminando con las manos en alto por el campus. Los vídeos compartidos por los jóvenes en las redes sociales dan cuenta de la situación caótica que se vivió minutos después del tiroteo. También circulan imágenes de los vidrios rotos de la puerta de la biblioteca esparcidos en el piso.