27 de octubre de 2017 – Washington – Agencias.
Las autoridades estadounidenses detuvieron esta semana en Texas a una chica de 10 años con parálisis cerebral tras conocer que era una inmigrante indocumentada. La ambulancia que transportaba a Rosa María Hernández, mexicana, fue parada por la policía fronteriza cuando se dirigía a un hospital para ser operada de la vesícula biliar. La joven permanece aislada de su familia en un centro de detención en San Antonio.
Desde el miércoles permanece ahí sola. Sus médicos han solicitado a las autoridades que la devuelvan a su familia por motivos de salud. Por el momento las autoridades estadounidenses no consideran liberarla. Rosa María podría estar semanas detenida hasta que su salida del país sea procesada. El representante demócrata de Laredo, Henry Cuellar, está presionando, junto con numerosos abogados y activistas, en favor de la salida de la joven. “Las fuerzas fronterizas tienen un deber enorme de proteger nuestro país pero deberíamos estar utilizando nuestros recursos para enfocarnos en amenazas mayores”, afirmó Cuellar.
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, las autoridades federales han aumentado en un 40% las detenciones a inmigrantes indocumentados. Estas también han incluido a menores de edad, pero normalmente son jóvenes vinculados a actividades criminales o delitos. El caso de Rosa María es inusual: lleva casi su vida entera como residente en el país y además padece una enfermedad de seria gravedad.