17 de diciembre de 2025 – Sanlúcar de Barrameda (España) – EFE.
La tripulación de la embarcación El Fénix ha zarpado desde Sanlúcar de Barrameda con el firme propósito de reiniciar una travesía histórica. Este viaje busca rendir homenaje a la primera circunnavegación de la Tierra, culminada originalmente por Juan Sebastián Elcano hace más de cinco siglos. Se trata de un segundo intento impulsado por una asociación de navegantes españoles que desea completar la ruta que quedó inconclusa en su proyecto anterior debido a circunstancias meteorológicas extremas en el océano Pacífico.
El proyecto original, que utilizaba un barco diferente, sufrió un trágico naufragio en mayo de 2023 tras el paso de un supertifón en la isla de Guam. Aquella primera expedición había logrado recorrer una distancia considerable antes de verse interrumpida por la tormenta. Ahora, con un velero renovado de veintiún metros de longitud y una estructura de dos mástiles, el equipo espera tener mejores condiciones para navegar y evitar los múltiples contratiempos que marcaron su experiencia pasada.
Los responsables del proyecto recordaron que la misión anterior enfrentó desafíos globales como la crisis sanitaria internacional, complicaciones técnicas severas y conflictos bélicos que alteraron sus planes. A pesar de que la conmemoración oficial del quinto centenario de la gesta náutica ya ha pasado, el espíritu del grupo permanece intacto. Su objetivo principal es finalizar el recorrido que iniciaron en el año 2019, demostrando resiliencia frente a los imprevistos que la naturaleza pueda presentarles durante el trayecto.
La planificación actual estima que la expedición tardará entre quince y dieciséis meses en regresar a las costas del sur de España. El itinerario incluye paradas estratégicas en lugares de gran relevancia histórica y geográfica, tales como Puerto Rico, el Canal de Panamá y las islas Filipinas. Un punto especialmente significativo en la ruta será la visita a los sitios donde pereció Fernando de Magallanes y otras zonas clave de la expedición original, proyectando su llegada definitiva para los primeros meses del año 2027.
Detrás de este esfuerzo se encuentran dos grandes motivaciones que impulsan a los navegantes. Por una parte, existe un profundo amor por la navegación a vela y la sensación de libertad que esta actividad proporciona en alta mar. Por otra parte, hay una intención de reivindicar y difundir el legado histórico del país, el cual consideran que a menudo no recibe el reconocimiento que merece. Unir la pasión deportiva con el rescate cultural es, según los organizadores, la meta más satisfactoria de todo el viaje.
El capitán del velero subrayó que, aunque ellos realizan una planificación exhaustiva y prevén todos los escenarios posibles, siempre es la naturaleza la que tiene la última palabra sobre el éxito de la travesía. Con esta mentalidad de respeto hacia el océano, el equipo de El Fénix se adentra nuevamente en las aguas internacionales para conectar el pasado explorador con la navegación moderna, buscando cerrar un ciclo que comenzó hace años y que simboliza la perseverancia humana.
