La hiperinflación sume en la miseria a millones de venezolanos. El salario mínimo, con el complemento para alimentación, es de 5,2 millones de bolívares. ¿Para qué alcanza? Cientos de miles de litros de combustible. Pero ni una sola lata de atún
5 de julio de 2018 – Agencias.
La hiperinflación ha sumido en la pobreza a millones de venezolanos. Maduro triplicó recientemente el salario mínimo, hasta los tres millones de bolívares, equivalentes a menos de un dólar al mes. Con el complemento para alimentación, el salario mínimo sube a 5,2 millones, pero sigue siendo mísero, poco más de un euro al mes. Prácticamente no da para comprar comida, pero sí gasolina en abundancia pues el litro cuesta solo 6 bolívares. Con un salario mínimo no da para comprar una lata de atún, pero sí cientos de miles de litros de combustible.
El combustible mantiene el mismo precio desde 2016, la única vez en 20 años que se ha aumentado. La hiperinflación ha dejado ese precio en simbólico, la gasolina es virtualmente gratis, el único coste es la propina que se da al empleado de la estación de servicio. El litro de gasolina de 95 octanos cuesta 6 bolívares, como se ve en la fotografía de una gasolinera de Caracas. Eso quiere decir que con el equivalente a un euro se podrían comprar cerca de 700.000 litros de gasolina. Con un céntimo de euro daría para 6.800 litros de gasolina, el equivalente a repostar 40 litros de gasolina a la semana durante más de tres años.
Que el precio de la gasolina se ha convertido en absurdo lo ilustra claramente la comparación con cualquier otro producto del mercado. Una lata de 140 gramos de atún como la de la fotografía, a un precio de 6,4 millones de bolívares, cuesta ya más que un millón de litros de gasolina de 95 octanos. La gasolina de 91 octanos es aún más barata, 1 bolívar por litro, con lo que por lo que cuesta una lata de atún se podrían pagar seis millones de litros de combustible.
Un letrero con el precio de la carne en un estante vacío de Caracas. Los precios se muestran en bolívares fuertes y en bolívares soberanos, la nueva moneda creada por el Gobierno de Maduro que consiste en quitar tres ceros a la moneda anterior. A su vez, el bolívar fuerte ya equivalía a 1.000 de los antiguos bolívares. El precio de la gasolina es de 6 bolívares fuertes, aunque la denominación extendida ya es simplemente bolívares. El precio de un kilo de carne de res en el momento de la fotografía era de 5.450.000 bolívares (fuertes).
Los precios recogidos en estas fotografías se corresponden a la última semana de junio. En la mayoría de los casos, ya han cambiado, sobre todo al alza. Pero como el precio de la gasolina no se mueve, se convierte en cada vez más absurdo: 1 kilo de tomates equivale a 366.667 litros de gasolina de 95 octanos.
Pimentones (pimientos) en un supermercado de Caracas a 3.140.000 el kilo, unos 80 céntimos de euro. Los precios no parecen altos traducidos a euros, pero sí cuando se comparan con el nivel de los sueldos venezolanos. Y cuando se comparan con la gasolina la comparación es aberrante. Un kilo de pimientos equivale a medio millón de litros de gasolina.
Un kilo de fiambre de pavo/pollo puede superar los 19 millones de bolívares, como en la fotografía, el equivalente a casi cuatro veces el sueldo mínimo. Con ese dinero se podrían pagar 3,2 millones de litros de gasolina al precio actual. Ese combustible bastaría para suministrar combustible a más de 100 coches durante 25 años gastando 100 litros al mes.
Un kilo de queso blanco cuesta el equivalente a 1,3 dólares, suficiente para abastecer 884.334 litros de combustible. El bajo precio de la gasolina ha generado contrabando de combustible hacia otros países (especialmente Colombia) que el Gobierno trata de combatir.
Un kilo de queso tipo holandés puede llegar a costar cerca de 10 millones de bolívares. Su equivalente en gasolina de 95 octanos sería 1,5 millones de litros y en gasolina de 91 octanos, casi 10 millones de litros.