Documentos judiciales revelan la desesperada estrategia del criminal después de que se publicaran las primeras acusaciones en su contra
10 de marzo de 2020 – Washington – Agencias.
Harvey Weinstein tardó tres días en pedir ayuda a los magnates que conocía desde que The New York Times publicó las primeras acusaciones en su contra el 5 de octubre de 2017. El productor de cine, hallado culpable el mes pasado de violación y delito sexual, envió decenas de correos electrónicos a hombres de la talla de Jeff Bezos, dueño de Amazon; Michael Bloomberg, uno de los hombres más ricos del mundo; Tim Cook, consejero delegado de Apple; y Ted Sarandos, director de contenido Netflix, según revelan documentos judiciales a los que tuvo acceso este martes el Times y Variety. Las cerca de 1.000 páginas disponibles en el tribunal penal de Nueva York no incluyen las respuestas a las peticiones de ayuda de Weinstein después de que explotaran las denuncias que lo convirtieron en el símbolo del abuso de poder para obtener sexo.
Weinstein conocerá este miércoles la sentencia por haber forzado a la ayudante de producción Mimi Haleyi a practicarle sexo oral en 2006 y por haber violado a la actriz Jessica Mann en 2014. Arriesga hasta 29 años de cárcel, pero su defensa ha solicitado que sean cinco, lo mínimo que permite la ley. Argumentan que como es posible que a su cliente le queden 12 años de vida, una condena mayor a los cinco años “es probable que constituya una cadena perpetua de facto”.
Los documentos judiciales revelaron que Bob Weinstein, hermano y socio en la productora de cine The Weinstein Company -vendida a mediados de 2018- es uno de los enemigos del otrora fundador de Hollywood. Una de las primeras cosas que hizo Harvey Weinstein cuando se dieron a conocer las acusaciones en su contra fue someterse a una terapia para sanar su adicción al sexo. “Mereces un premio al logro de toda una vida por el salvajismo, la inmoralidad y la inhumanidad de los actos que has cometido. Oh, se me olvidó, todos fueron consentidos”, le escribió Bob a su hermano. “No tendrías cargos de acoso, agresión y violación como los que has recibido de 82 mujeres si hubiese sido sexo consentido. Debes estar tratándote por algo. Supongo que me viene a la mente [por ser] un depredador sexual”, rezaba la misiva, según Variety.
Weinstein le escribió un mensaje a Tim Cook en el que le pedía que le diera su apoyo por escrito, en un correo electrónico privado. “Estoy en una situación difícil. Muchas de las acusaciones son falsas”, proseguía el excapataz de Hollywood. Le reconocía que pediría ayuda y que se iba a tratar. “Si me despiden ahora, me destruirá personalmente y provocará una gran batalla legal, basada en mis derechos sobre la compañía. Pero si tengo el apoyo de alguien como tú para que me someta a un tratamiento y me den una segunda oportunidad (porque las personas merecen una segunda oportunidad), sería muy útil”, sostuvo. Ese mismo día, menos de una semana después de las sendas investigaciones periodísticas que revelaron su conducta criminal, lo echaron de la productora fundada con su hermano.
Al comienzo del escándalo que originó el movimiento Me Too, la relacionista pública Sallie Hofmeister le envió un correo a Weinstein donde decía que la actriz Jennifer Aniston planeaba también denunciarlo por acoso. Según los documentos judiciales, el productor de cine le respondió: “deberíamos matarla”. Stephen Huvane, publicista de Aniston, le negó a The New York Times que Weinstein hubiese abusado en algún grado de la protagonista de Friends. “Nunca se acercó lo suficiente a ella como para tocarla (…) No tenemos idea sobre el correo electrónico, ya que no nos lo enviaron”, comentó.