El fenómeno provoca cierres de caminos, cortes de agua y luz y afectaciones en viviendas en las costas del Pacífico
24 de octubre de 2018 – México – Agencias.
Willa, que tocó tierra la noche del martes en el Estado de Sinaloa (Pacífico mexicano), como huracán categoría 3, se ha degradado a depresión tropical durante las primeras horas de este miércoles. Las autoridades han reportado que a su paso ha dejado 13.000 evacuados y severos daños materiales, como caminos cerrados por árboles caídos, cortes de agua, daños en viviendas y distintas estructuras. El titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Jaime Hernández, dijo que el fenómeno causó daños en la infraestructura eléctrica, lo que provocó interrupción en el servicio para 96.200 usuarios en los Estados de Nayarit, Sinaloa,Durango y Mochoacán, 62% del cual ya fue restablecido. Los gobiernos de Sinaloa y Nayarit, respectivamente, han declarado que afortunadamente no hay reportes de personas fallecidas.
El fenómeno meteorológico se localizaba este miércoles por la mañana sobre el norte de Zacatecas, desplazándose hacia el noreste del país. El Servicio Meteorológico Nacional (SNA) ha alertado que comenzará a disiparse ocasionando tormentas en Zacatecas, Durango, Nayarit, Sinaloa y Coahuila. Las autoridades han exhortado a la población a tomar precauciones en estas entidades, ya que las lluvias podrían estar acompañadas de relámpagos, granizo y fuertes rachas de viento.
Willa tocó tierra en los alrededores de la localidad de Escuinapa en el Estado de Sinaloa con rachas de viento de hasta 220 kilómetros por horas. Unas 13.000 personas de los Estados de Jalisco, Nayarit y Sinaloa abandonaron sus casas para refugiarse en 60 albergues temporales fuera de las zonas de riesgo, según informó la Coordinación Nacional de Protección Civil. En los municipios de la costa del Pacífico se decretó la suspensión de todas las actividades industriales, comerciales y turísticas para reducir al mínimo el peligro para los habitantes. Según los cálculos del coordinador de Protección Civil en México unas 100.000 personas —tanto residentes como turistas— salieron voluntariamente de las zonas de riesgo.
En Sinaloa, el gobernador de ese Estado, dijo que no hubo ninguna persona fallecida, pero sí varios daños materiales, sobre todo en Escuinapa, la localidad donde Willa azotó como huracán. En esa pequeña localidad se afectó el servicio de energía eléctrica, no hay agua potable y se dañó el Hospital General. “En unas horas más se harán los recorridos y se dimensionará el daño material que sufrió el estado”, dijo el mandatario en entrevista con Televisa la mañana de este miércoles. En Escuinapa, unas 6.000 personas fueron desalojadas de sus viviendas. El gobernador de Nayarit, Antonio Echevarría García, dijo que en algunos casos tuvieron que desalojar a la fuerza a personas que se resistían a abandonar sus viviendas ubicadas en zonas de riesgo.
El lunes por la noche, trabajadores de los hoteles sellaban las puertas y ventanas de los alojamientos turísticos con planchas de madera frente al icónico paseo marítimo en Mazatlán —cuyo aeropuerto fue cerrado—, una popular ciudad costera en el Estado de Sinaloa. A escasos metros, se podía advertir la llegada de turistas que descargaban sus pertenencias y también palmeras se desplazaban debido a una ligera brisa. Para hacer frente a esta amenaza, el Gobierno mexicano instaló más de 2.900 albergues temporales a lo largo de toda la costa pacífica.
En una gasolinera en las afueras de esta ciudad, una gran fila de coches esperaba para cargar combustible y asegurarse de comprar en una tienda cercana otros bienes indispensables para los próximos días. Una de las trabajadoras de la estación de servicio, Zulema Pardo, ha señalado en declaraciones a Reuters que los residentes se han llevado grandes provisiones de agua y han dejado vacías las estanterías donde los vendedores colocan habitualmente el pan. “La gente está realmente asustada”, agrega.
Durante este miércoles las autoridades han evacuado a unas 2.000 personas en el municipio de Tuxpan (Nayarit) ante las posibilidades de desbordamiento del río San Pedro debido a las intensas lluvias. En el sur de Sinaloa y el norte de Nayarit se han desplegado militares que se encargarán de limpiar caminos obstaculizados y, en caso de ser necesario, preparar alimentos para las poblaciones afectadas y ofrecer consultas médicas. Las clases en algunos municipios de Sinaloa y Nayarit siguen en tanto suspendidas.