25 de marzo de 2025 – Quito – EFE.
El reciente derrame de petróleo en Ecuador, causado por la rotura de un oleoducto, ha dejado un saldo de más de 25.000 barriles de crudo derramados en los ríos de la provincia de Esmeraldas. Este vertido afectó gravemente la calidad del agua, lo que resultó en la suspensión temporal del suministro de agua potable en varias ciudades cercanas.
A doce días del incidente, Petroecuador, la empresa estatal encargada de operar el Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (Sote), publicó un comunicado en el que confirmaba que la cantidad de petróleo derramado había alcanzado los 25.116 barriles. Esta cifra había sido solicitada por los medios de comunicación desde el mismo día del derrame, pero no había sido revelada hasta ese momento.
La compañía divulgó la cifra exacta después de que un portal digital mostrara un documento interno de Petroecuador, el cual confirmaba los detalles del derrame. La falta de información oficial había generado incertidumbre y especulación sobre el alcance del desastre ambiental.
El derrame ocurrió en el municipio de Quinindé, en la provincia de Esmeraldas, y el petróleo llegó a contaminar el río Esmeraldas, lo que obligó a las autoridades locales a suspender el suministro de agua potable en diversas áreas, incluida la ciudad de Esmeraldas, la capital de la provincia.
El oleoducto, que transporta petróleo desde la Amazonía ecuatoriana hasta la costa, estuvo fuera de servicio durante seis días debido a la rotura de la tubería y a un deslizamiento de tierra que cubrió la infraestructura. Durante este tiempo, se realizaron trabajos de reparación y la remoción de unos 225.000 metros cúbicos de tierra.
Aunque desde el principio las autoridades ecuatorianas señalaron que el derrame fue causado por el deslizamiento de tierra, la ministra de Energía y Minas, Inés Manzano, sugirió la posibilidad de un sabotaje sin proporcionar pruebas concretas para respaldar esta afirmación.
Petroecuador, en su comunicado, informó que durante las labores de remediación se lograron recuperar 30.257 barriles de crudo mezclado con agua, los cuales fueron transportados a la Refinería de Esmeraldas para su tratamiento. La empresa también destacó la rapidez con la que se construyeron diques de contención para frenar la propagación del derrame.
Las labores de limpieza en las zonas afectadas han incluido la remoción de petróleo de la vegetación, las orillas de los ríos Caple, Viche y Esmeraldas, así como la limpieza de playas. Se ha dado seguimiento a las trazas de hidrocarburos y a los troncos impregnados de petróleo que llegan con la marea, y actualmente se están llevando a cabo tareas de limpieza en varias localidades costeras.
La respuesta de emergencia ha incluido la distribución de 8.607 raciones de alimentos, tanques para almacenar agua, pastillas de cloro y kits de purificación, además de la instalación de brigadas médicas que han brindado atención en diversas comunidades. En las zonas afectadas por la falta de agua potable, se han desplegado plantas potabilizadoras, y se han distribuido un total de 4,2 millones de litros de agua.
El lunes, un equipo de la Oficina de Evaluación y Coordinación de Desastres de las Naciones Unidas llegó a Quito para ofrecer su apoyo tras la solicitud del Gobierno ecuatoriano. La ONU estimó que aproximadamente medio millón de personas se han visto afectadas por el derrame, y ha alertado sobre el aumento de enfermedades respiratorias y gastrointestinales en la zona, lo que ha puesto en riesgo a grupos vulnerables como niños, ancianos y personas con condiciones preexistentes.
