7 de abril de 2025 – Washington – EFE.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió este lunes levantar la orden de un tribunal federal que había impedido las deportaciones sumarias de venezolanos por parte del gobierno estadounidense. Esta medida se basaba en la ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una norma que tradicionalmente solo se ha utilizado en tiempos de guerra.
La administración de Donald Trump había solicitado una intervención urgente del Tribunal Supremo después de que una corte de apelaciones mantuviera en vigor el bloqueo temporal impuesto el 15 de marzo por el juez James Boasberg. Este bloqueo impedía la aplicación de la ley en cuestión.
Sin embargo, el Tribunal Supremo, con una votación de cinco votos a favor y cuatro en contra, decidió levantar la orden del juez Boasberg. A pesar de esto, el alto tribunal puntualizó que los migrantes detenidos y sujetos a órdenes de deportación tienen derecho a ser notificados y a impugnar su expulsión dentro de un “tiempo razonable”.
Además, el tribunal destacó que los migrantes afectados están actualmente en Texas, lo que implica que cualquier disputa legal sobre su deportación debe resolverse en ese estado, y no en un tribunal del Distrito de Columbia, como se había planteado inicialmente.
El Gobierno de Estados Unidos, en su apelación, argumentó que el tema de seguridad nacional es de tal urgencia que no debe ser resuelto en tribunales de menor rango. También subrayó que la Constitución establece claramente que la responsabilidad en asuntos de seguridad nacional recae directamente en el presidente.
Trump ha afirmado que el grupo criminal internacional Tren de Aragua, al que acusa de infiltrarse en el gobierno de Nicolás Maduro, está infiltrando Estados Unidos. Por esta razón, el 15 de marzo invocó la ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una medida no utilizada desde la Segunda Guerra Mundial que permite la expulsión de extranjeros sin la necesidad de un juicio previo.
A pesar de la orden judicial de Boasberg, ese mismo día, tres aviones enviados por el gobierno de Estados Unidos partieron desde Texas para deportar a unos 200 venezolanos. Estos migrantes fueron llevados al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una prisión de máxima seguridad en El Salvador.
