7 de mayo de 2025 – París – EFE.
Luis Enrique tendrá motivos de sobra para celebrar su 55º cumpleaños este jueves, justo un día después de que el París Saint-Germain consiguiera su segunda clasificación histórica a una final de la Liga de Campeones, tras vencer 2-1 al Arsenal de Mikel Arteta. El equipo londinense luchó hasta el final por remontar la eliminatoria, pero se encontró con un PSG más certero y con un Donnarumma decisivo.
El guardameta italiano, clave ya en partidos anteriores contra Liverpool y Aston Villa, volvió a lucirse con tres intervenciones fundamentales que permitieron al conjunto parisino asegurar su pase a la final de Múnich, donde se medirá al Inter de Milán con la intención de confirmar su rol de favorito.
El logro supone un nuevo hito para Luis Enrique, que en solo dos temporadas ha llevado al equipo a semifinales y ahora a la final. Bajo su mando, el PSG ha apostado por una plantilla joven y con proyección, y su proyecto parece estar dando frutos. La alegría era evidente en el palco, donde el presidente del club, Nasser Al-Khelaifi, celebraba junto al máximo dirigente de la UEFA, Aleksander Ceferin.
El técnico español, que el año pasado celebró su cumpleaños apesadumbrado por una eliminación, ha logrado reconstruir el equipo tras la marcha de Kylian Mbappé. Con el mayor presupuesto de los semifinalistas, ha conseguido formar un bloque sólido y eficaz, capaz de sobreponerse a las ausencias, como la de Dembélé, y responder en los momentos clave.
El PSG llegó con ventaja tras el 0-1 de la ida y supo resistir la presión de un Arsenal agresivo en los primeros minutos. Donnarumma volvió a evitar el gol con paradas a Rice y Odegaard. Aunque los ingleses dominaron por momentos, el PSG aprovechó los espacios y, tras varias oportunidades desperdiciadas, Fabián Ruiz abrió el marcador con un potente disparo tras un mal despeje rival.
El segundo gol llegó tras un error de Partey que Hakimi convirtió en el 2-0. Aunque Saka recortó distancias poco después, el Arsenal no logró culminar la remontada. Ni siquiera los cambios de Arteta o las últimas ocasiones de Saka y Trossard cambiaron el destino del partido. El PSG resistió y se ganó con mérito su lugar en una final de Champions que buscará ganar por primera vez.
