20 de mayo de 2025 – Toronto (Canadá) – EFE.
El ministro de Finanzas de Canadá, François-Philippe Champagne, afirmó que la próxima reunión de líderes económicos del G7, que comenzará oficialmente el miércoles en Banff, busca restaurar la estabilidad del sistema económico global, afectado por las recientes políticas arancelarias de Estados Unidos. Champagne anticipó que habrá tensiones en las conversaciones con el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, pero destacó la importancia de mantener un diálogo constructivo.
Durante una rueda de prensa, Champagne señaló que la presencia de Bessent y del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, permite abordar temas esenciales, aunque reconoció que los aranceles siguen siendo un punto conflictivo. Aun así, subrayó que existe una fuerte voluntad de colaboración dentro del G7 para lograr avances conjuntos en otros ámbitos económicos.
Champagne calificó la cumbre como un momento clave tanto para el G7 como para el contexto económico global. Enfatizó que los principales objetivos de esta reunión son restablecer el crecimiento económico y la estabilidad mundial, destacando también la oportunidad que ofrece el encuentro para tratar temas como prácticas económicas injustas, regulación del exceso de capacidad industrial y la lucha contra los delitos financieros.
El ministro canadiense estuvo acompañado por su homólogo ucraniano, Sergii Marchenko, cuya participación fue presentada como una señal del renovado compromiso del G7 con el apoyo a Ucrania. Champagne expresó que parte de las discusiones se centrarán en responsabilizar a Rusia por la guerra y avanzar en los planes de reconstrucción de Ucrania.
En ese marco, ambos ministros sostuvieron reuniones con fondos de pensiones y grandes inversores institucionales para discutir la recuperación económica de Ucrania, la cual requerirá una inversión estimada superior a los 500.000 millones de dólares. Esta colaboración busca canalizar recursos del sector privado para respaldar los esfuerzos de reconstrucción del país.
Marchenko aprovechó la ocasión para solicitar una revisión del límite impuesto al precio del petróleo ruso, con el fin de reducir los ingresos que Moscú destina a fines militares. Además, reiteró su esperanza de que Estados Unidos adopte sanciones más estrictas contra Rusia, argumentando que esa es la única manera de ejercer la presión necesaria para avanzar hacia una solución negociada del conflicto.