23 de mayo de 2025 – Cambridge (EE.UU.) – EFE.
La amenaza del presidente Donald Trump de vetar a estudiantes extranjeros en la Universidad de Harvard ha creado un ambiente tenso en la institución, justo en la víspera de la ceremonia de graduación. Un estudiante comenta que el campus se siente hostil, reflejando la preocupación y el nerviosismo que viven muchos alumnos ante la incertidumbre sobre su futuro.
La graduación se realizará el próximo jueves, mientras turistas y estudiantes aprovechan el fin de semana largo para celebrar, aunque con sentimientos encontrados. La tensión aumenta debido a que Harvard enfrenta una demanda contra la administración republicana, luego de que revocara el permiso para inscribir a estudiantes internacionales, que representan cerca del 25% de la población estudiantil.
Un joven taiwanés que lleva solo tres meses en Estados Unidos confiesa su tristeza y sorpresa ante la posible obligación de regresar a su país. Muchos estudiantes prefieren mantenerse en el anonimato para evitar problemas, pero expresan su preocupación por la situación y el impacto que tendrá en la universidad y sus compañeros.
La política del gobierno limita el ingreso de talentos internacionales, algo que varios estudiantes ven como un obstáculo para el progreso de Estados Unidos. Aunque algunos prefieren mantener una actitud positiva, reconocen que el ambiente en las aulas es bajo y que la incertidumbre afecta a muchos.
Esta semana, la tensión creció aún más cuando el gobierno acusó a Harvard de fomentar el antisemitismo y de colaborar con el Partido Comunista Chino, lo que ha generado sorpresa y dolor entre estudiantes que valoran la diversidad y la inclusión que ofrece la universidad.
A pocos días de terminar el curso, la presencia de visitantes supera la de alumnos en el campus, un reflejo del prestigio histórico de Harvard. Algunos estudiantes, como Collin, temen que esta crisis represente un retroceso y comparan la situación con otros momentos históricos en los que mentes brillantes tuvieron que abandonar el país. La universidad de Harvard no es la única afectada, ya que otras instituciones, como Columbia, también enfrentan problemas similares con el gobierno.
